Miseria

No hace falta que nos fijemos demasiado para apreciar que cada vez más tenemos a un gran número de personas, jóvenes y mayores, con apariencia como cualquiera de nosotros que circulan por nuestras calles y uno tras otro con disimulo y vergüenza van destapando los alineados contenedores que se encuentran a su paso, buscando algo de comer o algo que les pueda servir para vender o utilizar en su precaria situación económica. Es tal la circunstancia que hasta se podría decir que también los contenedores están en crisis, debido a la gran demanda de tan desgraciado servicio. Pensemos que ahora son estas personas, pero mañana podemos ser nosotros mismos, nuestros hijos, o nuestros nietos. Las generaciones anteriores han luchado mucho por un mundo mejor, pero a la vista de los resultados parece que algo nos está fallando y de seguir en esta línea estaremos formando el mayor ejército de indigentes de nuestro próximo futuro. Es de la máxima urgencia que los políticos hagan un acto de contrición y analicen la gestión económica de una tierra donde evidentemente ya existe la miseria.

Diego Fernández VillarTorremolinos