La convocatoria de elecciones anticipadas en Andalucía para el 22 de marzo ha provocado ya una oleada de sondeos en los últimos quince días en diversos medios de comunicación. Este mismo periódico hace una semana tuvo su propia encuesta. En líneas generales, la radiografía electoral de Andalucía sería la siguiente: Un Parlamento fragmentado y una legislatura en la que los pactos o las coaliciones serán, prácticamente, inevitables para asegurar la gobernabilidad. En un contexto de fin de bipartidismo y de voces que entonan el cambio político es mucho más que un test y los que hablan de él saben que si lo quieren conseguir de verdad, no pueden pasar por alto Andalucía. Sin embargo, el escenario político andaluz, más allá de los sondeos demoscópicos, parece que será una expresión de una continuidad con equidistancias, con nuevos actores en el escenario y pactos que requerirán también, y eso es decisivo, un nuevo impulso político.

Continuidad con equidistancias porque la radiografía electoral de los sondeos predicen una victoria del PSOE lejos de la mayoría absoluta (36% de los votos y 47 escaños) pero, suficientemente lejos del PP como segunda fuerza política (27,8% de los votos y 36 escaños) y con una IU que quedaría relegada a cuarta fuerza política (7,3% de los votos y 7 escaños). Y con nuevos actores, un ascendente PODEMOS (16,1% de los votos y 17 escaños) y al que habría que sumar la aparición en el escenario de Ciudadanos (4,6% y 2 escaños). Si los resultados fueran así, difícil será la labor de gobierno: Sólo un pacto con el PP, o con Podemos o con IU y Ciudadanos conjuntamente haría posible alcanzar la mayoría necesaria.

Una buena ayuda para entender el escenario político andaluz es el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (EGOPA) que realiza el grupo de investigadores que integran el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (CADPEA) de la Universidad de Granada, que presentó este viernes pasado el informe correspondiente a invierno 2015. Entre los más destacado de los datos de la cultura política de los andaluces que pueden apoyar, por un lado, un diagnóstico de lo que estamos viviendo y una tendencia de lo que puede ocurrir yo señalaría dos: por un lado, los datos de conocimiento y valoración de líderes y, por otro, los que se refiere al comportamiento político y electoral.

En este sentido, el EGOPA de invierno de 2015 muestra que Susana Díaz es la líder política andaluza más conocida, contando con el 86,3% del conocimiento popular de los andaluces. En cuanto a la valoración de su actuación política, los ciudadanos que declaran conocerla, le otorgan una puntuación de 5,0 puntos. Curiosamente, las valoraciones a la formación del gobierno de coalición, la política económica de este gobierno o la propia confianza en el Partido Socialista para gobernar Andalucía en materia económica son mucho más críticas y, en algunos casos, negativas por parte de los ciudadanos, sin embargo, su nivel de popularidad derivado del conocimiento y la valoración que le otorgan parecen explicar uno de los rasgos del estilo de liderazgo de Susana Díaz.

Sin embargo, hay otros factores interesantes que tienen que ver con el comportamiento político y electoral. No se han registrado cambios significativos en la ideología de los andaluces en los últimos años. En concreto, en la escala ideológica del 0 al 10, la posición media del electorado es de 4,5 puntos. En cuanto al posicionamiento de los principales partidos políticos en esta escala, no se presentan variaciones significativas con respecto a ediciones anteriores; no obstante, en el caso del PP, los andaluces lo sitúan con una media de 7,6 desde el invierno pasado, lo cual indica un afianzamiento de las posiciones de derecha. Con puntuaciones muy próximas al centro, el cinco en la escala, los consultados ubican a CIUDADANOS (5,0) y UPyD (4,9). En el centro izquierda se encuentran partidos como PA/PSA (4,4) y PSOE (4,3). EQUO (3,1) e IU (2,6) se posicionan a la izquierda, mientras que PODEMOS ocupa el lugar más extremo de la posición de izquierda con un 1,9. En relación con el sentimiento nacionalista andaluz, la puntuación media de los ciudadanos es de 5,9 puntos, ascendiendo levemente con respecto al dato registrado hace seis meses (5,5). En relación a la ubicación de los partidos en esta escala, el PA/PSA es considerado como el partido con mayor nivel de nacionalismo seguido a distancia por el PSOE e IU, mientras que los que menos nivel nacionalista muestran según los consultados son CIUDADANOS, PP y PODEMOS. El PSOE continúa siendo el partido que más simpatía inspira entre los andaluces (24,1%). Con un aumento de cerca de un punto con respecto a hace seis meses, los afines políticamente al PP suponen el 18% de los consultados. A continuación, también con un aumento de 1,2 puntos, se presenta PODEMOS con el 15,1% de simpatía. Con valores por debajo del 10% se sitúan IU (9,3%), CIUDADANOS (5,8%) y UPyD (4%).

Los aspectos más influyentes a la hora de mostrar apoyo o simpatía hacia la formación política PODEMOS, según sus seguidores, son los relacionados con el contexto económico y político actual, así el 96,2% de los que siguen a este partido aluden a la corrupción política o a la crisis económica (93,3%). A estos factores les siguen en importancia características de la formación, como son sus propuestas económicas y sociales (87,5), la ideología del partido (85,9%) o el liderazgo de Pablo Iglesias (82,6%). Por último, se menciona el castigo a los partidos mayoritarios (74,7%) como causa del interés o apoyo a esta agrupación política. Junto a estos datos, siete de cada diez (71,3%) andaluces que siguen a esta formación la consideran muy o bastante coherente con respecto a sus planteamientos iniciales. Además se muestran muy o bastante de acuerdo con las medidas que plantean en su programa electoral y que han tenido mayor repercusión mediática, y le otorgan un grado medio de confianza de 7,5 puntos en una escala del 0 al 10. En el caso de la agrupación política CIUDADANOS, sus seguidores priman los aspectos relacionados con características definitorias del partido a la hora de mostrar apoyo o simpatía por esta formación. De modo que casi la totalidad de los que simpatizan, lo respaldan o lo piensan votar en próximas elecciones atienden al ideario o al programa que presentan (89,9%). El liderazgo de Albert Rivera es para el 88,8% un aspecto que les ha influido mucho o bastante para seguir al partido, además de elementos contextuales como la corrupción política (87,9%) o la crisis económica (85,8%). Como factores menos influyentes se encuentran la trayectoria del partido en Cataluña (69,7%) y el castigo a los partidos mayoritarios (63,6%). Si hoy se celebrasen elecciones al Parlamento de Andalucía, el PSOE sería el partido más votado. En concreto, con una participación estimada del 62,9%, el PSOE recibiría el 35,2% de los sufragios válidos, frente al 29,1% que conseguiría el PP. Por su parte PODEMOS, IU, CIUDADANOS y UPyD recibirían el 14,9%, el 8,4 y el 4,6% y el 3,1% de los apoyos, respectivamente (EGOPA, Invierno, pags. 16 y 17).

Como puede verse, la situación en Andalucía camina hacia un escenario de una estabilidad más inestable producto de una combinación de estrategia electoral de una líder conocida y bien valorada por sus electores en un contexto de una combinación de estrategia electoral, liderazgo y una cultura política en la que la orientación del voto de centro izquierda, un voto ideológico muy estable en Andalucía y que hace que el PSOE, a pesar de otras contingencias de la política nacional, parece que tiene posibilidades de volver a ganar las elecciones, eso sí, con una gobernabilidad condicionada a pactos.

*Ángel Valencia es catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Málaga