Tengo una amiga enloquecida con Yanis Varoufakis, y asegura que, si fuera español, le votaría en las próximas elecciones. Niega que esta pasión se deba al físico algo rudo pero atractivo del ministro griego de Finanzas, pero seguro que si el tipo no tuviera esa pinta tan distinta al político en uso, mi amiga jamás se habría fijado en él. El tándem que Varoufakis hace con el primer ministro Alexis Tsipras, desde luego, no tiene nada que ver con los habituales políticos europeos, aunque en España también vamos camino de que se acabe hablando de los políticos más por su físico que por sus promesas electorales, lo que es bastante frívolo, pero no es nuevo. Recuerdo cuando, cubriendo hace mil años una campaña electoral, me confesó una señora que había votado a Adolfo Suárez porque era muy guapo. Y, desde luego, a Felipe González y a Zapatero no les faltaban groupies. Pero nada comparable con lo de Pedro Sánchez. El PSOE no andará muy boyante según las encuestas, pero yo conozco a más de una que se queda embobada cuando sale por la tele aunque no preste atención a lo que dice, lo que no sé si es bueno o es malo, aunque con su planta se ha dado a conocer en cuatro días. Otro de buen ver es el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al que pudimos contemplar como su madre lo trajo al mundo en la campaña a las elecciones catalanas de 2006. ¿Se acuerdan? Y luego está Pablo Iglesias, con su reconocible coleta y sus aires progres levantando amores y odios a partes iguales, pero sin duda, perfectamente identificable.

¿Hasta qué punto influye el aspecto del líder en el voto de los ciudadanos? Por el grado de conocimiento que les da un físico atractivo parece que mucho, aunque ahí tenemos a Aznar primero y a Rajoy después, que tampoco es que tengan un cuerpo como para ir provocando suspiros por mucho que se machaquen en el gimnasio. El PSOE jamás ha tenido a un líder más guapetón y sin embargo anda en caída libre y, si fuera por el físico, todos los hombres de este país votarían a la excandidata por Izquierda Unida a la presidencia de la Comunidad de Madrid y pareja de Pablo Iglesias, Tania Sánchez. El físico les da popularidad y reconocimiento, pero ¿votos? No tengo ni idea, aunque me temo que más que los programas electorales.