Hacienda

Somos todos unos menos que otros. El segundo trimestre del 2014 tuve el fatal olvido, repito ¡olvido !, de no pagar la retención del IRPF. A las pocas semanas recibí una carta de Hacienda informándome de dicho impago. Ese mismo día fui al banco y lo pagué. 1.729,26 euros. Pasados unos días, he recibido un escrito de Hacienda comunicándome que imponen una multa por este olvido como falta muy grave igual a 1.729,26 euros más el 5% de interés que en suma es más de 3.000 euros. La sanción que imponen es equivalente a la cantidad impagada ya pagada (abonada). Una verdadera locura que vuelve loco al más cuerdo del mundo. Llevo 43 años como autónomo, en las fechas señaladas siempre he pagado a la SS y a Hacienda la retención del IRPF de mis operarios de mi actividad docente, así como mi cuota de autónomo. ¡Por una vez que me tiro un peo así me veo! Decía una eminencia, catedrático en Economía y Sociología, que el propio Estado utiliza todos los resortes posibles para que los jubilados y los que estamos próximos a la jubilación duremos menos, poco, muy poco. Somos más productivos muertos que cobrando la paga de pensionistas.

Bartolomé Florido Luque. Málaga

Carnaval amordazado

Incluso en el poco democrático Imperio romano existía una fiesta, las Saturnalias, en que los esclavos podían criticar a sus amos. Y en la tradición cristiana, los carnavales servían también de válvula de escape y algún reequilibrio social, excepto en las más duras tiranías. La evolución del Carnaval de Madrid, restaurado tras la muerte de Franco, refleja muy bien nuestra rápida involución democrática. Empezó reuniendo a más de 180 grupos, y premiando hasta a los que criticaban a políticos. Hoy se ha convertido en un mísero espectáculo circense de unos pocos grupos mercenarios para «distraer al pueblo» de sus problemas; a lo que ayudan muchos medios de difusión, afines o cobardemente vendidos al restaurado régimen de poder absoluto, que jamás publicarán esta u otra cualquier otra crítica al Gobierno.

Javier Sanz Ridruejo. Málaga