Desde hace un par de semanas, todo el que pasa por la avenida Manuel Agustín Heredia puede comprobar el mejorado aspecto exterior que presenta el conocido como «edificio de los sindicatos», tras una obra de rehabilitación que ha durado cerca de nueve meses. La impresión general en la calle es que el remozado inmueble, de titularidad pública, aporta ahora mucho más luz a la avenida, tras la retirada del aparatoso andamiaje que lo recubría y el nuevo tono beige de su estructura, según comentan algunos representantes sindicales que lo ocupan. La actuación ha restaurado las deterioradas fachadas y, también, para evitar el siempre latente peligro de desprendimiento de cornisas u otro tipo de elementos. La inversión de 1,3 millones aprobada en 2013 por el Gobierno y ejecutada por la empresa Tragas no ha alcanzado, sin embargo, para reparar las cubiertas ni para remodelar las dependencias interiores, que están bastante obsoletas.

Aunque asociado siempre a los sindicatos, hay que recordar que el edificio alberga en realidad, además de la central de CCOO y algunas oficinas de UGT, la sede de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) y dependencias de la Delegación Provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía. La historia de este emblemático inmueble, que goza de protección de nivel uno (la máxima que hay), es digna de ser recordada. Situado en la esquina con la Alameda de Colón, data de mitad de los años 50 y fue construido a partir de proyecto del arquitecto Luis Gutiérrez Soto para albergar la sede administrativa de los sindicatos verticales franquistas. La casa formó parte en su momento del numeroso patrimonio que la Obra Sindical poseía en Málaga, incluyendo el Hospital 18 de julio, la Escuela Franco (hoy instituto La Rosaleda) o las residencias de tiempo libre. Con la llegada de la Democracia, la manzana fue cedida por el Estado a inicios de los 80 para uso de UGT y CCOO, de la confederación empresarial y de la Junta, que se hacen cargo del gasto corriente y del mantenimiento de sus dependencias.

El bloque, no obstante, comenzó a mostrar con los años un considerable deterioro, tanto que se llegó a pensar que podía estar aquejado de aluminosis (como le ocurre al edificio de Correos). Las pruebas de cimentación que se le aplicaron parecieron descartar ese extremo, aunque por 2006 la impresión era que los sindicatos iban a dejar su casa para mudarse a Teatinos, mientras que la CEM se iría a otro inmueble en la explanada de Mena. Por aquel entonces se rumoreaba que el Estado podía estar interesado en dar salida al edificio ante los muchos «novios» interesados en adquirirlo. Era cuando el originario plan del Puerto contemplaba la construcción de oficinas en el muelle 3 (frente al Muelle de Heredia) y de una zona deportiva más allá de la zona del Guadalmedina. Nada de eso prosperó, y el estallido de la crisis propició que el uso del edificio de los sindicatos se mantuviera invariable.