El mundo del balonmano en Málaga está atravesando un buen momento, qué duda cabe. La ciudad de la Costa del Sol cuenta con un equipo en la elite, el Clínicas Rincón Málaga Costa del Sol femenino, además del Meridiano Antequera en categoría masculina, que milita en la Segunda División nacional. Pero lo más importante no son ni uno ni otro, sino el hecho de que a nivel base se siga trabajando bien y dando pasos hacía delante en favor del balonmano malagueño. El pasado sábado a media mañana pudimos disfrutar en el Auditorio Edgar Neville de la Gala del Balonmano, evento que pone fin a la temporada de este deporte en Málaga. El acto, bien conducido y presentado por Javi Lara y organizado por la delegación malagueña de balonmano, con Raúl Romero a la cabeza, solo tuvo un pero, que las expectativas de público se quedaron cortas y el Auditorio se quedó pequeño. Hubo gente que tuvo que presenciar la entrega de premios de pie junto a las puertas.

Este hecho no debe manchar ni perjudicar (aunque si habrá que tenerlo en cuenta cara al futuro) la buenísima noticia que supone ver el Auditorio lleno y en su mayoría por el futuro de este deporte, los niños. Se entregaron premios a los distintos campeones de las diferentes categorías y edades, además de reconocer, como no podía ser de otra manera, la labor de mecenazgo que lleva a cabo Clínicas Rincón con la figura de Manolo Rincón, presente en el evento. Diego Carrasco, un histórico del balonmano malagueño, también recibió su reconocimiento por la labor técnica al frente del Clínicas Rincón Málaga Costa del Sol. Esto a nivel local. Los méritos de las selecciones tanto masculina como femenina ahí están. El balonmano está en auge, aunque eso sí, en auge relativo.

Hasta aquí las buenas noticias, porque si bien hablamos de crecimiento, de cantera, de éxitos deportivos en la elite, sigue fallando algo esencial: el apoyo de los medios de comunicación y las empresas. En Málaga hay mucho y buen deporte, pero parece que si nos salimos del fútbol o en menor medida baloncesto, el resto de deportes no existen a nivel empresarial. No interesan salvo para algún evento concreto o para, a modo de «limosna», echar un cable. El balonmano en Málaga está en ese punto en el que o bien se da un salto importante y se convierte en ejemplo a seguir por otras ciudades españolas, o se deja morir en la orilla, tras mucho esfuerzo por parte de muchas personas, entrenadores, jugadores, padres y madres que también se implican. Gente que por «simple» amor a este deporte se deja la piel buscando colocarlo en el sitio que merece. Málaga tiene un tesoro con su base y elite en balonmano, no lo dejemos morir. Convirtamos el balonmano en un auge real. Málaga y su historia, lo merecen.