El triplete logrado por el Barcelona este año ha llevado a muchos a proclamar que si no existe un modelo claro de juego que se repite a lo largo de los años, no hay posibilidad de éxito. Como propuesta inicial es cuando menos discutible. Los equipos no viven de un sistema de juego, viven de ganar. Y si no ganan esperan que al menos no lo haga su eterno rival. El drama del Real Madrid este año sería mucho menor si la liga la hubiera ganado el Valencia, la copa el Athletic y la Champions la Juventus. Los equipos necesitan una sólida estructura económica y una estructura deportiva que asegure la contratación de los mejores jugadores disponibles, cada uno en virtud de sus condicionantes económicos. Lo demás es discutible.

Más allá de los gustos de cada afición, los clubes dependen de las características de sus jugadores. Y los equipos no fichan pensando en el modelo de juego, fichan pensando en ganar. Cuando Jupp Heynckes comunicó al Bayern de Múnich que dejaba el fútbol, los dirigentes del equipo bávaro no pensaron en un entrenador que siguiera el estilo de juego del equipo, pensaron en el que creían que les podría hacer ganar y eligieron a Guardiola, aunque su estilo de juego atentara directamente contra la historia futbolística de su equipo. Lo mismo ha ocurrido por ejemplo en el Barcelona. Desde el «creador» del modelo Johan Cruyff el Barcelona ha jugado a muchas cosas distintas. El Barça del eterno 14 no se parecía en nada al de su compatriota Van Gaal, ni el de Tito Vilanova se parecía al del Tata Martino y tampoco se parecen nada el de Guardiola y Luis Enrique. ¿Por qué? Porque cada uno tenía jugadores distintos y mientras por ejemplo Cruyff se vio obligado a fichar a un grupo de jugadores vascos para armar su Dream Team, Guardiola se encontró a la mejor generación salida de la Masía en toda su historia o Luis Enrique se ha encontrado con un tridente como Messi, Neymar y Luis Suarez. Ellos determinaron el juego del equipo y no la historia ni los entrenadores.

La selección española ha jugado el mejor fútbol de la historia de este deporte pero los años pasan y las características por ejemplo de Koke, Isco, Cecs o Morata provocarán que la selección tenga que cambiar su estilo de juego y no pasará nada. En el baloncesto ocurre algo similar. Qué prefieren los aficionados del Real Madrid, ¿el equipo que jugaba como los ángeles del año pasado o el que ha ganado la Euroliga este año? Desde luego no me negaréis que a pesar de tener el mismo entrenador juegan a dos deportes distintos. Al final los equipos siempre son juzgados por sus resultados y no por el «modelo». Eso sí, salvo que pierdan y en ese caso me temo que ni el modelo les salvará de la crítica.