La escuchas y no parece ni populista ni mediocre, ni rebelde sin causa ni incendiaria, ni irrespetuosa con las instituciones ni ignorante económica y, sin embargo, lo que dice y parte de las decisiones que ya ha tomado al frente del Ayuntamiento de Madrid esa jueza Carmena se tildaba de ser todo eso. En qué momento asimilamos lo que ocurre, lo establecido, como lo único que debe o puede ocurrir€

Carmena sin palco

Para mí, lo único que importaba ayer, mientras escuchaba a Manuela Carmena comentar en la radio que ya había dado instrucciones al Teatro Real para que dispusiera del palco para la ópera de los prebostes municipales e invierta ese dinero en formación, por ejemplo, era que mi hijo de cuatro años tenía la fiesta de fin de curso en su cole por la tarde. Le tocaba bailar una coreografía del musical Annie, «mañana, mañana, tomorrow€», me tararea mirándome con su carita picada de mosquitos. ¿Vendrás, verdad papi? Cómo responderle, sin volverle blando y excesivamente mimado ante lo que se avecina en este mundo de sálvese quien pueda, que ni el mismísimo Odín, ése dios tan poderoso y enfadado que vemos en las películas de la Marvel, podría evitarlo porque no hay nada en mi vida más importante que su felicidad€

Buenos y malos

También la pantalla del ordenador mostraba los rostros del nuevo gobierno de Susana Díaz en Andalucía. En algunas emisoras -fui haciendo el pequeño barrido habitual en las frecuencias memorizadas- se hablaba tan bien de las decisiones de la Presidenta andaluza que daba pudorcillo. Incluso si el comentarista lo piensa de buena fe, no cree uno que esas cosas deban expresarse sin ninguna fisura, sin un mínimo distanciamiento del poder. En otra, en concreto, el suspenso fue tan vehemente por parte del presentador del programa que da pena que el espacio radioeléctrico pueda estar ocupado de manera tan previsible. Lo último que uno debería hacer si la línea editorial de su medio, digamos, está claramente escorada, es ser tan previsible a la hora de valorar negativamente al «adversario», y así tener siempre tranquilo al peor de todos los jefes y comunicar sólo para quienes no quieren oír nada que no piensen ya o no dirían ellos mismos por boca del periodista.

Elías felicitado

Los cambios en la ejecutiva del PP, comunicados por Rajoy como si hubiera puesto a Fernando Arrabal de ministro de Cultura, también han revolucionado esta semana las negritas sobre la pantalla de luz donde guardamos lo escrito como si no fuera gas. Cuando leía en La Opinión las declaraciones de Elías Bendodo, que ha mantenido in extremis la Diputación de Málaga para el PP con la ayuda de Ciudadanos, me llamó la atención que el compañero Matías Stüber describía cómo le sonaba el teléfono a Elías durante la entrevista con llamadas de personas que querían darle la enhorabuena. Cuántos amigos tiene el poder, cualquier poder. Tampoco debe de ser fácil para quien recibe las llamadas equilibrar eso anímicamente sin creerse Tarzán de los votos.

Adelaida nombrada

Los raros enviamos un mensajillo, y sólo cuando hay relación personal o afinidad ante la vida. En realidad, si le envío un wasap a Adelaida de la Calle para que no sólo utilice el nombramiento en la consejería de Educación como un último destino dorado, sino como una trinchera para cambiar lo que pueda y deba, lo hago pensando en Gabriel, ese niño mío que escala peldaños de responsabilidad, ahora entre juego y más juego, en los distintos niveles de la escuela pública, en su caso. Las redes se llenaron de explicaciones demasiado inmediatas, como siempre en las redes, sobre su elección por Susana Díaz. Premiada por ser el azote del ministro Wert cuando estuvo de presidenta de la CRUE (Conferencia de rectores de las universidades públicas españolas), aupada por su expediente a Errejón, cuota malagueña en un gobierno donde Turismo vuelve a pasar a manos sevillanas, eran algunas de las causas incontestables del nombramiento de Adelaida.

Hoy empieza todo

Yo me alegro por su alegría, pero Educación es una cartera para bregarse más en Primaria y Enseñanza Media que en la esclerosis finalista del ámbito universitario. Ahí empieza todo. «Hoy empieza todo», tituló Bertrand Tavernier aquella película que homenajeaba a los maestros de Infantil que creían en sus alumnos de un pequeño pueblo del norte de Francia donde hay un 70% de paro. Los niños eran reales y el colegio también. El maestro, felizmente interpretado por Philippe Torreton, recuerda a aquel maestro o maestra que todos tuvimos y aún no hemos olvidado. Ah, mi niño no bailó ayer mejor que los demás, ni mucho menos, con su corbatita azul, bermudas azul marino, camisa blanca y zapatillas azules. Pero a su madre y a mí nos lo pareció€

wLeo que la noria del puerto irá ahora a Muelle de Heredia. No ha dado vueltas ya la noria€ Porque hoy es Sábado.