El tomate, un regalo de la naturaleza, por María José Navarro

Siento un gran dolor, cuando veo la poca sensibilidad que tienen muchas personas del pueblo de Buñol (Valencia) con los productos que nos da la Madre Tierra. No se puede comprender que tiren 150 toneladas de tomates habiendo tantos problemas de hambre en todo el mundo.

Un producto tan maravilloso como es el tomate, un regalo de Dios con tantos beneficios para nuestra salud, un pueblo casi entero, año a año, durante 70 años, desprecia esa maravilla de fruto, se lo tiran unos a otros, lo destrozan y al final de la fiesta, todo se tira a la basura.

En estos tiempos cuando vemos la cantidad de problemas que hay en todo el mundo, sería una gran labor que todo el pueblo se reuniera en las fiestas y juntos hicieran botes de conserva de tomates con esas toneladas y luego lo enviaran a los países donde no tienen la suerte de disfrutar de ese estupendo alimento en vez de tirarlo y bañarse en ellos. Eso sería un acto de sensibilidad con todos y también con el planeta Tierra.

¿Qué pasará cuando la tierra agrícola contaminada con tanto veneno deje de dar más tomates? ¡Cuántos se acordarán de este despilfarro y se arrepentirán de lo que han hecho durante tantos años!