Refugiados

Nos dicen los políticos que van a repartir a los refugiados que llegan a Europa. Es un problema humano terrible. Se me estremece el alma ante la presencia de estas fotografías que nos presentan a tantos padres arrastrando a sus hijos pequeños que ya están agotados, o a abuelos desfallecidos, llevando unas pequeñas bolsas con sus mínimos enseres, donde no les cabe ni agua, ni comida, ni ropa para cambiarse, huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza. Lo han dejado todo: sus casas, sus muebles, su trabajo, su familia.

Hoy, jueves 3 de septiembre, los medios de comunicación nos cuentan estremecidos el hallazgo de un niñito de tres años en una playa de Turquía. Estaba ahogado y boca abajo. En su embarcación para 4 personas viajaban 18 y naufragó, muriendo 7 adultos y 5 menores, entre ellos la madre de este niño, Aylan Kurdi, y un hermano de 7 años. La puesta en marcha de una respuesta conjunta de todos los países europeos será el tema central de una reunión el 14 de septiembre, entre los 28 países de la Unión Europea.

Creo que es todo el mundo el que debería trabajar con firmeza para solucionar este terrible problema poniéndose en el lugar de los refugiados. Que no pase como se está actuando con los llamados manteros: se les persigue como delincuentes, y trabajan siempre con el miedo en el cuerpo para que no les quiten lo que necesitan para su sustento. Estamos de acuerdo en que es algo ilícito que perjudica a los comerciantes, pero en vez de actuar como se hace, se debería dialogar con ellos, preguntarles de qué viven y cómo, ayudarles y tratarlos como quisiéramos que a nosotros mismos nos trataran. Porque ellos también son refugiados.

Mª Rosa Bonals. Málaga