¿Dónde está enterrado Lorca? Antes que nada en sus poemas, y revive al leerlos. Entiendo bien la pasión legítima de las familias por localizar a sus muertos y darles la que piensan sea una sepultura más digna, pero no tanto la de desenterrar a todo trance a los muertos icónicos, como es el caso de Lorca y sus tres compañeros del vil asesinato. Creo más bien en la conveniencia de identificar una zona (al parecer ya lo está), y convertirla en un lugar de culto. Lo penoso es abandonar esa tierra, que es la suya, la de Lorca y sus colegas de infortunio, a otros usos banales. Creo en los derechos de esa tierra a seguir albergando sus despojos, y dar testimonio por los siglos de unos hechos horrendos. Creo en el poder del misterio, del secreto, que añade sacralidad al lugar, de igual forma que la poesía no exhuma una verdad, sino que la inhuma en la polisemia de un lenguaje no obvio.