El ambiente de Málaga, por Antonio Romero Ortega

No se entiende que las calles de Málaga, salvo en unos pocos lugares en fechas y horarios muy concretos, queden semidespobladas en otoño, con unas espléndidas tardes-noches con 20 grados de temperatura ambiente. Da la impresión de que hace un frío glaciar y de que la luz eléctrica no se ha inventado, pues parece que la puesta del sol también causa pavor. Cuánto mejor sería para la ciudad y sus habitantes que saliera más gente a gozar del noble y hermoso otoño mediterráneo, en vez de quedarse en sus hogares esclavizados por los televisores y ordenadores. La gente se queja mucho de los innegables males de la vida, pero no sabe aprovechar los bienes gratuitos. Por el ambiente que noto en las calles malagueñas una vez que acaba el verano, da la impresión de que Málaga es una ciudad con menos de cien mil habitantes. Por cierto, los sufridos pequeños comerciantes también saldrían ganando de una mayor demanda callejera.

Propiedad y uso de la tecnología, por Gerardo Hernández Zorroza

La tecnología nos ha liberado de servidumbres materiales, sin duda, y ha enriquecido nuestras vidas, es evidente, pero, de la misma forma, nos ha hecho más esclavos, demasiado dependientes. Parece que nos hemos olvidado de una cuestión importante: que no somos máquinas, ni herramientas en propiedad de de algunos, sino seres humanos, con libre albedrío. Stephen Hawking, ha hablado hace poco sobre el capitalismo y el futuro de la desigualdad, y ha comentado que con los rápidos avances tecnológicos de las últimas décadas, hemos visto crecer las desigualdades económicas a un ritmo alarmante, y expresado cómo una especie de clase plutocrática de propietarios se han vuelto inmensamente ricos en este panorama. Hawking cree que, si continuamos la actual vía neoliberal, estamos en camino de convertirnos en una suerte de distopía (sociedad ficticia, indeseable en sí misma) con una clase de grandes propietarios, de riqueza inconmensurable, y una clase inferior de desposeídos -es decir, las masas - que vivirán en la pobreza. Y yo añadiría: no solo material, o física, sino, también, y aún más importante a mi entender, inmaterial. Espiritual o metafísica.