El portavoz de Izquierda Unida en Málaga, Eduardo Zorrilla, ha pedido la reprobación del concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, a causa de la chapuza, que no cesa, en calle Camas. Hace bien Zorrilla, pero habría que pedir la reprobación de la plaza también. Echarle un viaje de cemento y empezar de nuevo, hacer un huerto o construir o convocar un concurso de ideas o acordonar la zona por atentado urbanístico peligroso para la visión, la sensibilidad y hasta para la bilirrubina, el colesterol o el azúcar. En verano, incluso, podías pasar por allí y morir derretido como un triste polo de limón, dejando un charco tan feo que nadie te reconocería.

Lo de Camas es un horror por triplicado, tres chapuzas una detrás de otra. Al menos, son ordenados, en otros sitios las chapuzas se hacen a la vez. El gasto va ya por 1,7 millones de euros, según IU, o sea, un dineral. Nunca se vio zurullo tan caro. El presupuesto inicial para dejar niquelada tan atractiva zona, que es lo que se merecen los vecinos y todos los malagueños, era de 164.000 euros. Los poyaques han salido caros. Ahora le han puesto a la tal plaza unas pérgolas que impiden que pasen los tronos en Semana Santa. Los cofrades han puesto el grito en el cielo, con razón, pese a que se trata de un asunto terrenal: la falta de previsión. Por allí no sólo no pasan los tronos. No pasa ni Dios. Podría ser una zona noble con agradables establecimientos, de hecho hay algunos estupendos donde parejas jóvenes con hijitos en edad de dar carreras se citan los mediodías del fin de semana para beber unos botellines de cerveza y comer alguna tapa. Las intenciones iniciales del arquitecto fueron buenas, pero el espacio es duro y el presupuesto que se le dio, escaso. Como vayamos reprobando concejales por plazas fallidas nos vamos a quedar sin concejales y sin plazas. Hay que consensuar con vecinos y comerciantes alguna solución frente a la solución más fácil: no hacer nada. De momento hay que quitar las pérgolas. Peor ha sido lo de los cines Astoria y Victoria que luego de ser adquiridos por una cantidad porno ahora se van a tirar. Nadie sabe tampoco qué se va a hacer ahí. No descarten la chapuza. El centro más adecentado y potable, bello y palpitante de vida, rehabilitado y molón ha creado dentro de sí arrabales o periferia. Al centro le salen solares fallidos y ajados como a un cuerpo sano le sale un granazo en el cuello o las nalgas. El ´camazo´ está exasperando a la oposición que verá este asunto en la comisión de urbanismo del jueves. No se puede aplazar la cuestión. Nunca mejor dicho si es que aplazar viniera de plaza.