La crisis Siria ha traído al primer plano el problema de los refugiados. Y al mismo tiempo ha servido para visibilizar a unos particularmente invisibles: los refugiados climáticos. Sin embargo, la Convención de Ginebra de los Refugiados excluye de su ámbito de protección las migraciones por razones ambientales. La ONU habla en estos casos de «personas ambientalmente desplazadas». Por tanto, los desplazados climáticos son aquellas personas desplazadas en su propio país o a través de fronteras internacionales por causa de un suceso climático. Tendemos a pensar que estos sucesos ocurren en países pobres, lejanos o exóticos, pero nunca se nos ha ocurrido imaginar que van a existir desplazados climáticos malagueños. Si atendemos a los datos de subida del nivel del mar e incremento de las temperaturas producidas por las emisiones de CO2, nada más cercano a la realidad. Veamos.

El estudio realizado por el Centro Andaluz de Medioambiente establece, como un dato constatado, que a lo largo de este siglo se producirá una subida del nivel del mar en las costas andaluzas en más de un metro, lo cual significa que todas las edificaciones que se encuentren a menos de ochenta metros de la línea de Costa y entre uno y dos metros sobre el actual nivel del mar quedarán inundadas. En el caso de la provincia de Málaga el riesgo de inundación es enorme por la total ocupación urbanística de la costa malagueña desde Estepona hasta Maro. Según el Centro Oceanográfico de Málaga, la franja costera de la provincia es el punto donde se ha producido la subida del nivel del mar más espectacular del Mediterráneo: diecisiete centímetros en el período comprendido entre 1990-2005. No es descabellado considerar entonces el escenario más pesimista si la cumbre climática de París -que se celebrará entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre- no logra que los objetivos de reducción de emisiones para cada país sean vinculantes, pues la estabilización del clima necesita tiempo y nos hemos quedado sin él. O sea que si el nivel del mar subiera un metro en la costa malagueña, de la hipótesis del Observatorio de Medioambiente Urbano de Málaga adaptada a los datos del Centro Andaluz de Medioambiente, resultará que en la ciudad de Málaga habrá más de veinte mil personas afectadas por las inundaciones, es decir, más de veinte mil desplazados ambientales, sin contar los que se produjeran en el resto de zonas costeras de la provincia.

Es hora pues de que la sociedad malagueña deje de mirar a otro lado y se una para enfrentar el problema y las soluciones del cambio climático, es hora de elegir si queremos comprometernos con el clima o ser desplazados climáticos, es hora de exigir, por tanto, una reducción de emisiones de los gases invernadero del 60% con respecto a 1990, que el 45% de la producción total de energía se haga con energías renovables y que se produzca un 40% de ahorro del consumo de energía por eficiencia energética. Si somos subversivos y nos comprometemos con el clima, la sociedad malagueña liderará la sociedad sin crecimiento de la misma manera que fue pionera en el inicio de la Revolución Industrial y se convirtió en la primera ciudad industrial de España. El reto es que los malagueños adoptemos como modo de vida propio ser ciudadanos de la tierra, ideal que establece como primacía los deberes con el planeta. Hasta el próximo miércoles.