Una televisión privada, Antena 3, ha organizado un debate electoral en el que van a participar Albert Rivera, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y, por parte del PP, Soraya Sáenz de Santamaría. El tópico está afirmando que Rajoy es un cobarde. Uno opina que hay que tener muchos huevos para adoptar esa postura. Es decir, la de no ir. Para quedarse tan ancho con la que le va a caer por semejante actitud. La de hurtar ese derecho de la ciudadanía, mandar a una segunda, que no segundona, y quedarse tan tranquilo en casa con el batín, el puro, unos fiambres de cenita y el mando a distancia bien cerca. Nadie dude de que tenemos a un presidente que tiene el cuajo muy bien puesto. Lo cachondo sería que el tal debate lo ganara Soraya. De hecho, por ser mujer va a partir con un plus de simpatía. Debatir también parece un nombre ruso.

Mientras Rivera, Iglesias y Sánchez y hasta la propia Soraya se estén preparando el debate en duras sesiones, sparring verbal incluido, Rajoy puede estar haciéndose una caldereta de pescado o rizos en la barba. Lo malo es que su inactividad activa (ya decimos que no ir es una pose que requiere mucha actividad defensiva) no va a poder ser igual en Europa. A nosotros nos puede tomar el pelo e incluso darnos Soraya por liebre, pero a ver cómo escurre el bulto ante Francia. Hay ocasiones en las que un presidente se la juega. Sí, pero no va a ser en un debate, podría responder Rajoy.

Un debate a cuatro. No lo duden: el espectáculo no está garantizado. Antena 3 teme que se cuelgue el cartel de ´no hay espectadores´. Está por ver qué programará la competencia. Excluyendo a La Sexta, que va a dar simultáneamente la pugna. Será interesante como experimento sociológico preguntar, por un lado a los espectadores de una cadena y por otro a los de otra, quién ganó, dada la diferente segmentación ideológica que tienen ambas televisiones, las dos propiedad de Atresmedia. Para arruinar el debate bastaría una edición especial a la misma hora de «Hombres, mujeres y viceversa», un espacio que es visto por mucha gente que a lo mejor no sabe lo que es viceversa pero sí sabe que un debate electoral puede suponer un letal aburrimiento, cuando no una tortura.

Un debate. La gente quiere espectáculo, no soluciones. Susana Díaz ha dicho que Rajoy tiene miedo. No aclara si a la cámara, a Rivera, a Iglesias, a Sánchez o a un nublao. Permanezcan atentos a la pantalla. Y no pierdan el hilo, dado que estos son los personajes para unas cuentas temporadas.