Comienza la cuenta atrás. Quedan once días. Once intensos días para intentar que Málaga no vuelva a llenarse de basura y suciedad en la que sería la tercera huelga de limpieza desde que De la Torre es alcalde. El comité de empresa de Limasa registró ayer la convocatoria de una huelga que comenzaría el 14 de diciembre. Nuevamente en Navidad como la última vez, cuando las luces de la calle Larios iluminaban los contenedores rodeados de desperdicios con los que se tropezaban malagueños y turistas. La estampa fue de todo menos entrañable. Ahora, dos años después, puede volver a repetirse en una clara señal de que algo muy gordo falla en la empresa mixta de limpieza de Málaga.

Aún queda tiempo para evitar la huelga pero de momento las declaraciones de unos y otros evidencian pocos ánimos de llegar a un acuerdo y ni siquiera son capaces de acordar una fecha para sentarse a hablar. Ya la semana pasada, el comité que encabeza Manuel Belmonte rechazó reunirse en domingo con el alcalde en el Ayuntamiento. Mejor el lunes y en Los Ruices, contestaron los trabajadores. «Él [Belmonte] está liberado; no digo que no haga nada, pero tiene más horas que yo», contraatacó De la Torre, aludiendo a su apretada agenda. Cuatro días después aún no hay noticia de encuentro alguno y la guerra dialéctica continúa. «A la ciudad le están haciendo ya mucho daño sin querer sentarse con la empresa y el Ayuntamiento», afirmó ayer otro de los actores implicados, el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez.

Seguramente, esta tensión forma parte de las estrategias de una y otra parte pero mientras los comerciantes, hosteleros y ciudadanos en general tiemblan pensando en las consecuencias de una huelga de basura. Un conflicto que además se colará en la campaña electoral que comienza esta noche añadiendo un elemento más en la ecuación. El resultado, como el de las elecciones, es por ahora imprevisible y si sigue la tónica de las anteriores negociaciones no garantizará una paz duradera en Limasa ni una mejor limpieza en la ciudad. Veremos.