Aunque todos, yo no, por Fermín Espinosa Romero

Dimitió el Papa, dimitió el Rey, dimitió el jefe de la oposición y ahora la «lideresa» de la oposición interna; pero Rajoy, que no, que no. Su resistencia numantina va dejando a su partido como otra Numancia. En el PP no va quedando ni Dios. Quien puede apadrinar ahora el partido de más pura ultraderecha que, esperanzados por la conducta de Mariano, intentan fundar estos días tres mosqueteros de su quinta, la de «sostenerla y no enmendarla».

Una manifestación pro Rajoy, por M. G. Jorba Obiols

La izquierda ha demostrado tener mucha menos pillería que la derecha. Ésta ha conseguido en estos carnavales dar la vuelta a la denuncia de un montaje policial por plantar pancartas incriminatorias a un títere, con un tan perverso como genial montaje real -en el que creyeron hasta muchos de la izquierda- que llevó a la cárcel a los titiriteros. En cambio, la izquierda sólo supo montar, en el Norte, una manifestación del Frente de Juventudes, pero en broma, en el mismo desfile de Carnaval, lo que, como es lógico, no le dio réditos políticos. Lo efectivo hubiera sido montar, como si fuera en serio, una manifestación de apoyo a Rajoy, para contribuir a su continuidad en el Frente de Caducos del PP, con cuya así reforzada jefatura -aunque quedara en la oposición- hubieran contribuido a la decadencia de la derecha.