Tal vez la imagen, el icono, de la huelga de recogida de mierda en Málaga no sea una céntrica plaza o esquina llena de bolsas de basura. Es más bien la de un concejal saliendo escoltado por la policía al término de una reunión con los currantes. ¿Por qué hemos llegado a esto? Probablemente porque a los socios privados solo les importa el beneficio. Y es lógico. Por la intransigencia en no pocas ocasiones de los trabajadores. Que también es lógica porque no deben dejar de pedir, que bastantes sacrificios asume ya el trabajador medio de cualquier ámbito. También: por la fácil concesión por parte del Ayuntamiento de beneficios y beneficios que pedía el comité y que se daban grácilmente por temor a perder votos. Lo cual también tiene su lógica. Y así, de lógica en lógica y tiro (basura) porque me toca. Culpa de todos y de nadie. La ciudad sucia. Tal vez en algunos barrios no se note que hay huelga. Limasa funciona igual de mal el resto del año. Se ha deteriorado el clima social y la policía tiene que intervenir para que no pase nada. Nadie tiene intención de ejercer la violencia, y mucho menos el comité de empresa, pero alguien se ha preocupado de que haya policías y tensión y más tensión. Alguno se rajaría las vestiduras y diría que no nos lo podemos permitir. Si podemos. Todo se arreglará en un tiempo, nueva componenda y a ganar tiempo. Hasta la solución final, con perdón, que puede pasar por cargarse el actual modelo. Hasta la gente del PP habla ya de municipalizar el servicio. Las ganas e intenciones de trocearlo y que empresas distintas se queden con diversas labores está también ahí. Los hosteleros están que trinan y los que trinan cantan a las terrazas vacías porque nadie se sienta a comer junto a la hediondez.

Está en peligro la imagen de ciudad amable. Está en peligro la integridad olfativa y la salubridad y lo que está es muy cerca la Semana Santa sobre todo. Se agradecería un esfuerzo por parte de las partes y una asunción de responsabilidades. Las buenas empresas de limpieza son como los árbitros, que si actúan bien ni se nota que están. Pasan inadvertidos. Es difícil ser original opinando sobre este conflicto, si bien lo extraño es no reflexionar viendo un encono y los impuestos que se pagan, en la basura.