Unicaja mantiene un total hermetismo en relación a su futura salida a Bolsa aunque a nivel interno el trabajo técnico es constante para tenerlo todo listo cuando llegue el momento de debutar en el parqué. Lo que no está nada claro es cuándo sucederá eso. La incertidumbre en los mercados financieros y la situación de inestabilidad política en España, donde a cada día que pasa crece la posibilidad de que haya que repetir las elecciones, mantienen a Unicaja agazapada, esperando que el momento le sea más propicio para que la emisión de acciones asegure un valor satisfactorio. Si hace unos meses se barajaba el mes de mayo como una opción válida, el actual escenario descarta esa opción y hace prever que se podría esperar hasta después del verano. El compromiso de Unicaja con Europa y con los bonistas de Ceiss es salir a Bolsa antes de final de este 2016 aunque algunas fuentes recuerdan que solicitando los permisos correspondientes, siempre cabría incluso la posibilidad de demorarla un poco más. Pero el firme deseo de la entidad es hacerlo a lo largo de este año. Para ello viene trabajando desde hace meses en el diseño de la operación con asesores como Rothschild y estudiando la fórmula de colocación de acciones con entidades como Morgan Stanley o BBVA.

La salida a Bolsa permitirá a la entidad disponer del capital necesario, por un lado, para que los bonistas de Ceiss puedan canjear los cocos que recibieron en su día con motivo de la compra de esta entidad y, por otro, para reintegrar parte de las ayudas públicas inyectadas en su momento por el FROB en la antigua España Duero. Por cierto que Ceiss, filial del Grupo Unicaja, ha saltado a la actualidad esta semana tras anunciar a los sindicatos que quiere negociar una dura reestructuración de plantilla que afectaría a un máximo de 1.120 puestos de trabajo (un tercio del total).

Al margen de eso, Unicaja también encara ahora el relevo de Braulio Medel de la presidencia del banco, una vez que éste anunciara hace unas semanas su decisión de dejar el cargo antes del 30 de junio para seguir al frente de la Fundación Bancaria, en cumplimiento de la nueva ley que impide a partir de esa fecha compatibilizar esos cargos. La persona que suceda a Medel saldrá casi con toda seguridad del actual consejo de administración del banco para mantener una continuidad en la gestión. Y uno de los que pueden contar con más posibilidades es Manuel Azuaga, con gran conocimiento de la casa, amplia experiencia en la gestión y que pilotó el proceso con Ceiss.