Salida por la entrada, por Gerardo Hernández Zorroza

La gran paradoja de nuestro tiempo es que cuanto más pisamos el acelerador del coche del progreso más hacia atrás vamos. El guion nos viene dado además de antemano y nos condena, si lo seguimos, a estirar el cuello siempre. Sine die. Son tres los pilares básicos en los que quieren basar nuestro desarrollo: la «globalización», la competitividad y el consumo. Pero muchos nos preguntamos qué tipo de «desarrollo» es este que llena nuestro planeta de residuos y donde el factor humano es, mayormente, irrelevante. Un «recurso», lo llaman. Es bueno recordar que la salida de un atolladero requiere primeramente no seguir enredando la madeja, para luego poder desandar el camino en busca de desvíos equivocados. En líneas generales, son tres los desvíos básicos. 1.-La religión establecida (falsaria) que ha facilitado, y facilita, la dominación del poder bancario 2.- El estímulo de la competitividad como motor de progreso. 3.- La promoción del consumo. Por ello, dar la vuelta a la tortilla implica desandar el camino, salir cuanto antes de los dictados de esta «globalización» homogeneizadora y criminal. Recuperar cuanto antes la educación para la creatividad, y los ámbitos de responsabilidad y decisión cercanos. Que no equivale, y habrá que huir, de alimentar nacionalismos, quede claro. El nuevo camino será individual primero, de autoconocimiento, y solo después general, de unidad en el reconocimiento del otro.