Estamos como en los tiempos de Solchaga, Mariano Rubio, la cultura del pelotazo y otros personajes y fruslerías. Como en aquellas mañanas en las que en lugar de mirar las esquelas para ver quién se había muerto, mirabas el periódico por ver a quién habían detenido o encarcelado. Ayer, Mario Conde y Torres Hurtado. Con Gobierno o sin Gobierno, lo que sí hay es feria de Sevilla. Pedro Sánchez se acercó ayer al real y Susana Díaz sopesó con los suyos hasta última hora si acudir con él o no. Acudió y hubo selfies, jamón, queso y fino, que no es mal combustible para un día como ayer, miércoles anodino (San Hermenegildo y San Carádoco) en la que el común de los mortales estaría siendo sodomizado por la rutina. Es probable que estos días Pedro Sánchez visite también Málaga.

Mientras en Madrid los Hernandos, los Rivera, Girauta, Errejón e Iglesias se apalean dialécticamente por los pasillos del Congreso de los Diputados, en Sevilla enfrían rebujitos para el día que Pedro Sánchez caiga, ir bien eufóricos para Madrid. De momento le dieron en la caseta de la Ser unos cuantos vasos para que probara varios tipos de euforizantes líquidos. También le dieron niños a besar y hasta voluntarios que querían enseñarle a bailar o, al menos, a amagarse por sevillanas. Hubo quién aconsejó a Susana Díaz que no le diera ni agua. Ni foto, ni compañía, ni carantoñas. Las huestes de Sánchez tuvieron que apaciguar ánimos (algunas fuentes dicen que forzar la máquina) y finalmente hubo paseíllo, o al menos coincidencia y aparente buen rollito. A la festiva hora de los vinazos en Hispalis, Errejón decía que «puede haber Gobierno en horas» si el PSOE explora el flanco izquierdo. A Díaz al oír esto apostamos a que se le erizaron las intenciones sólo de pensar que para que Sánchez sea así presidente necesita la madre de todas las concesiones: que ERC y la antaño CiU voten o se abstengan a cambio de que se les organice el referéndum secesionista. Antes parto el PSOE a que se parta España.

Tenemos dos hitos importantes y decisivos por delante, la ejecutiva federal del PSOE del lunes y la consulta a las bases de Podemos, si es que hay bases y si es que se aclaran quiénes son los que tienen derecho a votar. Los socialistas andaluces dicen que tienen la maquinaria lista. Siempre se gana hasta que alguna vez se pierde. En el Sur vamos a votar más veces que ocasiones al cabo del año vemos a nuestros primos. La visita a la feria de Sevilla no se sabe si es una chulada para invadir el territorio de Díaz, una pleitesía por ver si se la gana entre risas y faralaes o uno de los primeros actos de precampaña electoral. No dan la impresión de que la vida sigue, y sí de que la feria sigue. A Sánchez le va a doler hoy la cabeza del vino, la lectura de periódicos y las declaraciones de los rivales, que ya no sabe si son amigos, aliados, pueden ser coaligados o esto es Matrix. Y encima tiene a los enemigos de dentro. Éste pobre lo mismo se vuelve a ir de feria mañana o pasado. La visita a Sevilla es un miarma de doble filo.