De todo el rico acervo de la ciencia ficción, que si alienígenas, que si conquistamos Marte, que si mutamos en robots, que si la Guerra de las Galaxias, que si un pedrusco más grande que Mérida cae del cielo y arrambla con todo, sobresale el género tren litoral. Ya hay literatura sobre el asunto como para parar un tren, valga la paradoja. Una de las mayores contribuciones al género, del que nunca parecen cansarse, la hizo en Málaga el otro día un alto cargo de Fomento de cuyo nombre no quiero acordarme que se reunió con Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, por lo demás también impulsor de las fantasías en cuestión de infraestructuras, si es que alguna vez fija una opinión definitiva al respecto. Ahora, ya lo habrán leído, tachán, tachán... un túnel de más de cincuenta kilómetros hasta Estepona. Ya puestos podría ser hasta Nueva York, que me da un poco de susto el avión. O Hasta Ceuta, que el barco me marea. Escribir sobre el Cercanías o tren litoral y su prolongación es algo ya muy antiguo. Como escribir del saneamiento. No hay periodista casi en Málaga que no haya informado alguna vez de tales cuestiones, ya sea para trasladar realidades o cuentos chinos que nos cuentan y que no por ser chinos están exentos de claro mensaje electoral o dilatorio o risible. La ministra de Fomento, Ana Pastor, se comprometió en los albores de la legislatura a llevar el tren hasta Estepona. Ahora manda a secundarios olvidables a que cuenten tonterías como si fuésemos estúpidos, no descartando que, en efecto, lo seamos si nos creemos tales pamplinas. Puede que en 2050 haya tren y hasta que lo haya por túnel, pero no hay intención, y menos en un Gobierno provisional, por mucho estudio que hagan -ahí radica la desvergüenza de la promesa- de acometer ahora esos trabajos. El Cercanías de la Costa es uno de los más rentables de España pero ni por esas. Compren palomitas y prepárense para nuevos episodios de serie B, tipo platillos volantes unirán Málaga con Estepona donde se servirán a bordo cápsulas contra la infelicidad. Y dos huevos duros.