Independientemente del recital de pilotaje de Valentino Rossi en MotoGP y de la inverosímil remontada de Brad Binder en Moto3, el GP de España no respondió a la expectación levantada. Las carreras de Moto2 y MotoGP fueron tediosas y aburridas y solo salvó el espectáculo la de la categoría mínima, donde si hubo lucha por la victoria y por el podio. Un año más la afición fue la autentica protagonista del acontecimiento deportivo que más espectadores convoca en sus gradas de cuantos se celebran en España.

Con 37 años cumplidos, Rossi puso de manifiesto sobre el asfalto jerezano que no es uno de los pilotos más grandes de la historia, sino el que más, pero pese a la exhibición del de Tavuilla en la pista, la competición solo puede ser calificada como tediosa y aburrida. Y es que nada más ponerse el semáforo en verde, en los primeros compases de carrera quedaron totalmente definidas las cuatro primeras posiciones y los adelantamientos brillaron por su ausencia, hasta el extremo que los tres ocupantes del podio ni sobrepasaron ni fueron sobrepasados por nadie hasta la caída de la bandera a cuadros. Se mire como se mire, los adelantamientos siempre son la salsa de la competición.

Desde el primer día de entrenamientos la progresión del italiano ha ido de menos a más con una estrategia bien definida. El sábado fue el mejor en la sesión libre de entrenamientos y en la de calificación para parrilla lo que le dio el privilegio de arrancar desde la pole. Su principal objetivo era evitar que Jorge Lorenzo se escapase en las primeras vueltas y abriese hueco. Y lo consiguió. A lo largo de toda su dilatada carrera deportiva ha sido catalogado como un hábil estratega y aquí su táctica resulto perfecta, ya que no solo impidió que el piloto mallorquín se marchase, sino que quien se marchó en solitario fue él.

No subía a lo más alto del podio desde octubre del pasado año cuando se impuso en el GP de Inglaterra disputado en Silverstone y esta es su victoria 113 en la categoría reina, con lo que se queda a solo diez de superar el record de 122 que ostenta el legendario Giacomo Agostini. Para Rossi, la parada del Mundial en Jerez fue perfecta.