Un mes de encuestas, interesadas claro -en realidad son pura propaganda- y ni mu de lo que va a ocurrir después, más allá de las aritméticas. Ese es el secreto, los sondeos no son más que cortinas de humo para que no se aborde lo importante. No quieren que se aborde porque, sospecho, está todo decidido y se trata solamente de cuadrar los números para pasar a la fase que cuenta. En diciembre no salieron las cosas como se esperaba o no hubo forma de implementar el programa común. A ver ahora. Las encuestas no van más allá de lo obvio. Sube el PP porque no hay otro partido de derechas y la suma de Podemos e IU gana al PSOE. Normal de toda normalidad. El cambio en el esquema de partidos, diseñado hace cinco años -de ahí aquellos indignados- ha dado buenos frutos. Podemos es la nueva formación de la izquierda española o mejor expañola. Los socialistas se pasarán en masa a ese partido en cuanto pierdan la hegemonía en la siniestra. Ya se sabe que socialdemocracia es equivalente a poder y dinero así que no cabe ninguna duda. El otro término de la ecuación no está despejado. Los Bilderberg, o quien sea, inventores de Podemos se sacaron también de la manga a Ciudadanos. Un error típico de millonarios progres. La alternativa al PP, zapaterista de hoz y coz, tiene que venir por la derecha. Por eso Ciudadanos no da el sorpasso. ¿Cómo no lo ven? Lo ven pero el proyecto global es disolver España: una derecha nacional nunca jamás. (Para la terapia de esta semana se recomienda vivamente Vida de héroe, de Strauss).