Viernes 27 de mayo, 20.30h, mientras en la calles se oyen las polémicas estériles de la nueva precampaña electoral, el Colegio El Atabal celebra un hermoso acto académico en las instalaciones del Centro de Arte Contemporáneo, lleno de múltiples significados. Lo que falta en la calle se vive en el interior del antiguo mercado de mayoristas de Málaga. No siempre hacen falta muchos recursos para poner en marcha grandes ideas. La voluntad, el convencimiento, y la ilusión son suficientes para emprender una acción útil y con sentido de servicio a la comunidad. Eso y la formación necesaria para convertir en conocimiento una actividad concreta. El Colegio El Atabal, que abrió sus puertas a finales de la década de los sesenta en Puerto de la Torre, en la zona del mismo nombre, presentó el viernes pasado en un acto dirigido a la comunidad educativa del centro, y a familiares y amigos, el libro Picasso, un genio para la pintura universal, realizado por los alumnos de 4º de ESO. Por séptimo año consecutivo, los estudiantes que finalizan la ESO en el Colegio El Atabal realizan una actividad de investigación pluridisciplinar, bajo la dirección y coordinación del profesor de Geografía e Historia del centro Carlos San Millán y Gallarín, que culmina con la edición de un libro que publica la editorial almeriense Círculo Rojo. La presentación fue llevada a cabo por los propios autores, bajo las atentas miradas del coordinador de la experiencia y del director del colegio, Sergio Mata Alfambra, los principales impulsores de la iniciativa. El primero, el profesor San Millán, verdadero alma mater del proyecto, cuyo entusiasmo contagia por igual a mayores y a jóvenes; y el segundo, el director del centro, quien ha propiciado y fomentado la creación de un ambiente escolar plenamente abierto a la innovación. Picasso ha entrado en el Colegio El Atabal por la puerta grande, por la de la educación, como demostraron con sus excelentes intervenciones los alumnos del colegio, quienes conocen la figura del artista y su obra no sólo porque lo hayan estudiado en una de las unidades didácticas de alguno de sus programas escolares, sino porque lo han investigado, lo han analizado, lo han recreado, han entrado en contacto con sus fuentes y directamente con su obra. Acercándose incluso a estudiosos de Picasso, como Rafael Inglada, quien durante el curso ha compartido con ellos su conocimiento.

Mucho se ha teorizado sobre la pedagogía activa, sobre la construcción del aprendizaje, y sobre lo que significa aprender a aprender, pero con frecuencia estas prácticas, que suponen una mayor dedicación del profesorado y de los estudiantes, se abandonan por otras menos complejas o elaboradas. Hacen falta entusiastas, profesores que crean en su trabajo, que no escatimen esfuerzos para que sus estudiantes aprendan, y para que lo hagan con rigor y de manera crítica. Carlos San Millán, jefe de estudios del centro, es uno de esos profesores que no descansan en su tarea de educadores, pese a las dificultades que todo proceso de enseñanza-aprendizaje encierra.

Con el tiempo, la expericncia didáctica que había nacido de manera puntual en una asignatura se ha convertido en un verdadero proyecto de centro. Bajo la coordinación de Carlos San Millán, y gracias al espíritu que anima a la dirección del centro, otros profesores y asignaturas se han unido a la experiencia para construir de manera interdisciplinar el proyecto, enriqueciéndolo. Las profesoras Nuria Santiago, de Educación Plástica y Visual; Sylvia Cómitre, de Francés; y María Rosa Burgos y Sagrario Morales, de Inglés; así como la orientadora Nuria Anaya, han colaborado en el éxito de la experiencia con sus diferentes aportaciones. Así como, quienes han supervisado las tareas de fotografía, y de edición de video y web. En suma, un trabajo colectivo, un gran proyecto de centro que hace grande al propio colegio. Y que da sentido a la educación. Picasso ha entrado en las aulas a través de esta extraordinaria experiencia formativa pero, lo que es más importante, ha entrado de lleno en la vida intelectual y personal de los estudiantes que la han llevado a cabo, porque pese a su juventud difícilmente caerá en el olvido lo que ha sido aprendido por ellos de esta manera, que además queda para la posteridad como ejemplo a seguir en las páginas que publica la editorial almeriense. Mi enhorabuena pues a todos los estudiantes, y mi felicitación al Colegio El Atabal, y a todo su claustro, que han hecho posible esta hermosa experiencia.

*Juan Antonio García Galindo es es catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga