Lleva meses nuestra clase política tratando de ponerse de acuerdo en temas de sumo interés y no lo consiguen. Si se tratara de apoyar a Rafa Nadal como abanderado español en los Juegos, creo que tendrían resultado a favor por goleada. Como deportista y como persona, es una de mis debilidades: humilde, sencillo, disciplinado, familiar, siempre positivo en los buenos momento y en los difíciles. Felicidades por tu trayectoria deportiva y personal. Ojalá tuvieras muchos imitadores entre nuestros deportistas.

Para el Comité Olímpico Internacional, una de cal y otra de arena. Tristemente, en los últimos años miles de refugiados caminan por el mundo en busca de una vida mejor y más justa. El Comité Olímpico ha tenido la sensibilidad de unir a unos cuantos deportistas refugiados para que desfilen en los Juegos y participen en sus respectivos deportes. La abanderada de estos deportistas es la nadadora siria Yusra Mardini, de 17 años. Hace tiempo, su padre tomó la decisión de embarcarla a ella y a su hermana de 13 años camino de la isla de Lesbos. A mitad del viaje, el motor de la embarcación paró en alta mar y quedaron ambas a la deriva junto a 20 personas más. Sólo ellas dos sabían nadar. Tiraron de orgullo y gracias a su decisión consiguieron salvar a los 20 compañeros de travesía. Una vez en Lesbos, ellas prosiguieron hasta Alemania y se alojaron en casa de familia. Se inscribieron en un club de natación y de allí, resumiendo, el salto olímpico y la distinción de abanderada olímpica. Gracias por vuestro ejemplo extraordinario.

Los dirigentes del COI han dado un golpe negativo muy fuerte al deporte olímpico. El pasado jueves, apenas 48 horas antes de la inauguración de Río 2016, han decidido admitir como participantes a varios deportistas rusos que, en principio, estaban fuera por presuntos casos de dopaje. La Federación Internacional de Atletismo prohibió la participación de atletas rusos el último año y se ha mantenido en su tesis hasta el final. Es verdad que todos los castigos colectivos me parecen injustos, pero también creo que una decisión de este calibre debe tener suficientes argumentos a favor para ser llevada a término.

La participación olímpica supone una preparación metódica, exigente y rigurosa por parte de deportistas, entrenadores y dirigentes. La decisión de última hora se parece más a un viaje de estudios de fin de curso que a la más alta competición deportiva mundial.