Desde que hay democracia en España, los grandes partidos, si no alcanzaban la mayoría absoluta, han logrado evitar el bloqueo pactando con los partidos nacionalistas. O sea que la actual crisis se explica también por el bloqueo de éstos, que desde que han engordado haciéndose soberanistas ya no pasan por el aro para después pasar la gorra (aunque al final nunca se sabe). Añádase que el soberanismo es, por si mismo, un bloqueante, pues las distintas recetas de los partidos para tratar esta dolencia de la unidad de España los separa de forma irremisible. Encima los nacionalistas también están bastante bloqueados, pues todo el que toma una pose heroica se queda envarado como una estatua. Así pues, en este rastreo que vamos haciendo por el cuerpo patrio para identificar sus contracturas, podría ser que la más inmovilizante sea la originada por aquella mala postura de los nacionalistas.