Puesta a punto matutina

Volver al mundo una vez más cada mañana. Y ponerse en marcha.

Para intentar amar a todas las criaturas, en especial a las humanas.

Primera meta: reencontrarse con todos los que sufren, los emigrantes, los explotados, etc... y ponerse a su disposición, de su lado. Ignorarles es inhumano pero suele pasar.

También saludar, interesarse y admirar a los cercanos y a todos los demás. Empezando por el que nos cae peor. Y desear con ímpetu que se desactiven todos los malhechores.

Luego y sólo luego buscar las Olimpiadas, el futbol, el cúmulo de distracciones del día.

No ser como muchos extranjeros que en 1936 no tenían la menor compasión por los padecimientos del pueblo español mientras cotilleaban las barbaridades de la guerra, porque les interesaba mucho más el tenis, la hípica, la natación y la comida.

Pablo Osés AzconaFuengirola