Ya sé que todo está ahí y que nosotros estamos en medio. Pero habrá que elegir en qué centrarse para seguir adelante sin miedo y para sacar adelante a quienes nos necesitan. El dolor del accidente de tren en Galicia, la muerte de ese joven soldado español en Irak, otro tiroteo en un instituto en Texas, esa familia que se ha matado entre ella en la marinera barriada malagueña de El Palo, los suicidios de niños en Siria, ese tipo que ha tirado a su mujer embarazada de un coche en Sevilla… El horror cotidiano que en gran parte podría evitarse nos angustia, si es que aún nos queda piel y cabeza para algo más que para ver la 17ª temporada de Gran Hermano…

Ya elegimos

Elegir no es un verbo fácil. Hacernos mayores nos avisa de que cada vez que elegimos, lo no elegido se aleja de nosotros en infinitos cálculos de improbabilidades de poderlo elegir otra vez. Pero tampoco no elegir implica que no nos pase lo que creímos que no nos iba a pasar, porque siempre algo o alguien elegirán por nosotros, conviene asumirlo también. Claro que, a veces, no conseguimos nada aunque hayamos dado un paso al frente y hayamos elegido, como muchos hicimos en las urnas en diciembre y en junio -la segunda vez obligados por quienes nos utilizan de manera interesada y sin tener por qué, ya que la primera vez lo hicimos bien-. Conviene no centrarse, por tanto, en la actual contaminación partidista de las instituciones que tan bochornoso e irresponsable espectáculo nos está ofreciendo, para no ser partícipes de él (aunque no tengamos más remedio y nos afecte tanto, lo sé).

Alan y Gyan

Conviene elegir de entre lo que nos trae la actualidad. Elijamos noticias inspiradoras -no hay nada cursi en hacerlo, son tan verdad como las otras-. Del jueves, sin ir más lejos en la semana, da fuerza elegir la aventura de Alan y Gyan, los hermanos con distrofia muscular que se han fugado del horror sirio en sus sillas de ruedas llegando hasta la frontera griega. O poner el punto de mira en los próximos Juegos Mundiales de Deportistas Trasplantados que ya sabemos que se celebrarán en Málaga el verano próximo. Mientras tanto podemos elegir sorprendernos con el ejemplo de superación y competitividad de los atletas paralímpicos en Río, pero no resulta tan fácil seguir estas olimpiadas en televisión como lo fue seguir las recién terminadas. Así es el mundo que tenemos, que hacemos, que dejamos hacer….

Expulsados del paraíso

El mismo mundo que nos advierte, aunque sólo sea con sus mosquitos a la caída de la tarde en estos días últimos de verano, que lo que elijamos hacer o dejar que hagan con él tiene consecuencias para quienes lo habitamos. A uno le da cierta rabia ver en los informativos reportajes donde sale gente en una playa de Málaga enseñando las picaduras de los mosquitos que les han hecho abandonarla. Ni una medusa en la orilla, ni un mosquito, ni una matanza familiar en uno de nuestros barrios, ni un descamisado borracho vomitando en la calle, ni un gesto racista en la Feria ni un insulto homófobo ni un acoso de género más en Málaga querría uno ver en los informativos. No sólo porque afecten a la imagen de una ciudad que se vende a sí misma como paraíso cultural, de tolerancia y de sol y playa, sino porque uno quiere que donde se críe su hijo sea la ciudad del paraíso de verdad.

Plaga en el congreso

Pero, en el caso de los mosquitos en Málaga, si echamos un vistazo a la mierda que se vierte en el río Guadalhorce (sobre todo desde los emisarios que están a la altura del puente de hierro de la Estación de Cártama), cómo queremos que no tenga consecuencias en la desembocadura y en las playas de los alrededores, al margen de las altas temperaturas y el ecosistema que producen los humedales. Otro ecosistema es el electoral en que volvemos a estar. Elecciones gallegas y vascas y la sombra de unas terceras elecciones que no resultan tolerables. Si a medida que fueran pasando los días sin formar Gobierno sus señorías sufrieran el acoso de los mosquitos en el hemiciclo, probablemente tardarían menos en hacer lo que deben, aunque tampoco fuese por razones de Estado.

Juzgando...se

Los juicios por corrupción que esperaban su turno empiezan por sucederse. Habrá Rato para rato y unos cuantos Gürtel. También los Eres andaluces… Ayer la portada de algún periódico parecía el horario de vistas de la Audiencia Nacional. Sánchez irá fracasado al Congreso del partido de Susana Díaz. Y el día después del inmenso error de la fallida designación de Soria para echarnos una mano en el Banco Mundial, dentro del PP ya no son tan pocos quienes se han dado cuenta de que a pesar de la irresponsabilidad del PSOE o la radicalidad de Podemos, según su análisis, la fallida investidura de Rajoy tiene ahora calado, tras volver de Soria, y a su líder le cuesta navegar con tanto lastre que ha ido acumulando…

Porque hoy es sábado