Ella dice tajante «parad, eso no» pero ellos -jugadores del Eibar- prosiguen. Han acordado voluntariamente y como personas adultas que son mantener sexo los tres, por eso no se entiende que cuando ella dice que no quiere ser grabada ellos continúen haciendo caso omiso, como quien oye llover, lo mismo que hacen los abusadores -de cualquier índole- cuando la otra parte dice no. Pasar. Y finalmente ha sucedido lo que ella, como temería cualquiera, no quería que pasase: la difusión del vídeo en las redes sociales.

Hace unos meses conocíamos el brutal caso de una joven italiana que acababa suicidándose después de que todo el país se riera de ella por una grabación que su exnovio difundió a modo de venganza. Se hicieron ‘memes’, camisetas, ‘fakes’... sobre ella. Solo sobre ella, doblemente ridiculizada, doblemente anulada. Él había sido quien había vulnerado su intimidad, quien había violado la confianza y mucho más, quien había arrastrado su imagen rompiéndola en mil pedazos... pero las miradas burlescas, las bromas, los chistes de mal gusto, rancios, machistas hasta la médula, casposos y violentos eran sobre ella que, desesperada, se quitó la vida mientras el autor vivirá muchos años más.

Me acordé mucho de esta chica cuando empecé a leer algunos comentarios en las redes de personas anónimas pero también de periodistas sobre el episodio de los jugadores del Eibar con paralelismos futbolísticos de nulo gusto. A ver si me aclaro: ¿ellos pasan por encima de la voluntad de la mujer cuando dice «no me grabéis», piden primero disculpas al club y aficionados que a ella por la difusión de las imágenes y son unos machotes? ¿Y si fueran sus hijas? ¿Les gustaría que alguien hiciera caso de su voluntad? Señores y señoras, esto no es un «escándalo sexual». Eso es minimizarlo. Se llama violencia machista con todas sus letras y cualquier comentario que no sea para condenarla, se alinea con ésta. «Follándose a una»... ¿les suena? San Fermín, la manada. Anteayer, las mismas frases en las redes sociales, invisibilizando a la mujer, cosificándola.... Porque ¿quién es ella ante dos machotes incombustibles? Un cuerpo follable. Y punto. De pena.