Asesinato o acoso sexual a lo Trump

Supongamos dos casos: un asesinato por el gusto de matar, no ligado a una pasión, un robo, una venganza. Por otra parte, un acoso sexual directo, tocando los genitales de la otra persona, pero esperando y consiguiendo con frecuencia su asentimiento. Casi todos responderían que es peor el asesinato. Sin embargo, cuando Donald Trump afirmó hace unos meses que podría asesinar en las calles de Nueva York sin sufrir castigo, la reacción de rechazo fue muy inferior a la que ha sufrido ahora al presumir de acoso sexual. Si es una vergüenza para Estados Unidos el que todavía ese descerebrado pretenda ser su presidente, sin que se le coloque aún donde hace tiempo debiera estar, peor aún es la desequilibrada escala de valores morales que esos hechos muestran tanto en ese país como en otros de su entorno cultural.

Alberto Becerra Montero. Málaga

Niño llorando de hambre

Ayer me dejaron solo por una emergencia de la madre cuidando a un niño de 4 meses. Una preciosidad, gordito, alegre, dormilón. Pero a las dos horas le vino el hambre. Intenté engañarle con el chupete. No berreaba pero gemía. Así durante una larga hora. Impotente.

Vi con horror las horas y horas que lloran antes de quedarse esqueléticos los niños que mueren de hambre en brazos de sus madres vacías. Hoy mismo y yo, entretenido y en babia.

Se me atragantan todos los gastos innecesarios que hago. Hay que sacar dinero para ellos, para Haití.

A pesar de todo me cuesta sacar esos 500 euros mensuales que puedo quitarme. Pienso que ser buena persona es conseguir quitármelos. Lo demás son pamplinas. Mi verdadero problema.

Pablo Osés Azcona. Málaga