Mi hija de diez años ve cómo me enciendo con ciertas personas que aparecen en televisión y, preocupada, me pregunta. ¿Son futbolistas, actores, escritores, periodistas, delincuentes? Como acerca de estas profesiones tiene nociones claras, frunce el ceño cuando contesto que son políticos. ¿Políticos como el alcalde y como la conserje del colegio? Como el alcalde sí, pero la conserje es otra cosa. Sí, pero ella siempre nos grita que la ley es ella y los alcaldes, según me dijiste, también hacen leyes. Dejemos eso por ahora. A ver. Un político gestiona los bienes comunes y las normas de convivencia que en una nación, región o ciudad... Papá, no seas pedante. Mejor dime quiénes son esos que te ponen la cara roja.

El del tupé rubio se llama Donald Trump y aspira a ser presidente de los Estados Unidos. Insulta a mujeres, negros, homosexuales, pobres y a cualquiera que no esté de acuerdo con él. Menudo bicho. No le votará nadie, claro. Pues no te creas. Es probable que le voten varias decenas de millones de personas, bastantes de las cuales serán mujeres, negros, homosexuales, pobres o alérgicos a ese señor. Seguro que en ese país no hay escuelas. ¿Se dice tercermundista, papá? Se dice, pero es el país más rico y avanzado del mundo.

¿Quién es ese de ahí? Ese se llama Mariano Rajoy y es el que manda en España. Es más guapo que Trump, aunque no tanto como para protagonizar una serie. Quizás una de piratas sí, ya que bastantes de los que trabajaban con él son personas que han robado a manos llenas y están siendo juzgadas. Entonces, como tú repites, le quedarán dos telediarios porque la gente no es tonta y dejará de votarle. Pues parece que no, hija, en los últimos tiempos cada vez que uno de los suyos va al banquillo cosecha más votos. Entonces es que una cosa tiene que ver con la otra, ¿verdad?

¿El de la coleta también roba? Ese, según los indicios, es honesto. Se llama Pablo Iglesias. Ah, ya me acuerdo, es al que le gusta jugar a piedra, papel o tijeras, ¿no? ¿Lo dices porque siempre tiene el puño en alto? En realidad le gusta jugar a ver cómo puede hacer que el otro, Rajoy, siga gobernando sin que a él le echen la culpa. No es quiera que gobierne, pero todo lo que lleva haciendo durante el último año propicia que lo haga. Entonces es como B., que se pasa el recreo poniéndole zancadillas a los demás. Es lo único que sabe hacer. No hay quien le aguante. ¿Y qué medidas toma la profesora? Como no lo ve, le ha nombrado delegado de clase. Pues lo mismo, cariño.

¿Quién es esa señora tan salerosa y guapa? Su sombre es Susana Díaz. Una mujer por fin, papá. Con esta no tendrás problemas. La verdad es que me caía bien hasta que ha tirado por la ventana al que ha sido su jefe hasta hace poco. ¿Por la ventana, una asesina? Es una forma de hablar. Quiero decir que se ha deshecho de él de mala manera. Pero si era su jefe. Sí, ese era el problema, que ella quiere ser la jefa. ¿Y ya lo es? Bueno, no es tan fácil. Es un mal momento para serlo del todo. Antes se tienen que caer por la ventana unos cuantos incautos más. ¿Me entiendes?

Los políticos, papá, ¿son siempre como estos? No siempre. Pues hasta que no haya otros seguiré dedicándome a las magdalenas y al kárate. Y tú deja de hacer esas caras, que te pones muy feo.