En recuerdo de Enrique Urquijo

Estos días de noviembre nos traen el 17º aniversario de la muerte de Enrique Urquijo, líder de Los Secretos. Fue una gélida noche de miércoles de 1999 cuando el genial intérprete se marchó por el boulevard de los sueños rotos en compañía de su amiga mala suerte. Aquella madrugada la música de bares como La Vía Láctea, El Sol o El Honky Tonk, frecuentados por Enrique, sonó a silencio. Sus seguidores, con los ojos como un vidrio mojado, querían beber hasta perder el control. Buscaban perderse por la calle del olvido. El vacío que dejó Enrique solo es comparable a su legado artístico. Su música, convertida en la banda sonora de varias generaciones, continúa presente en una legión de fieles seguidores. Enrique, gracias a su gran sensibilidad y talento, transformó en hermosos poemas los sentimientos más tristes del corazón. Convirtió cada tema en una loa al desamor más puro y sincero. Por eso mismo, sus composiciones llegaron a lo más profundo de las almas afligidas y doloridas, ofreciéndolas el calor de sus estrofas. Muchas de ellas, después de andar a la deriva por mares turbios de bebida, llegaron a buen puerto. En una fecha como la de hoy, cuando la nostalgia y la tristeza suelen coincidir, deseo rendirle un sentido homenaje. Valgan estas palabras en forma de corcheas para ello. En esta tarde gris, te he echado de menos exactamente igual que ayer. Hasta siempre, amigo.

Javier Prieto PérezMálaga

DICHOSA POLíTICA

Después de diez meses sin gobierno en España y dos elecciones por fin se ha llegado a un acuerdo de investidura, pero como los cimientos de esta democracia están sobre terreno pantanoso, se supone que no se podrá gobernar sin mayoría absoluta como nos tenían acostumbrados. Ahora empieza de verdad la democracia con la necesidad de pactar con otros partidos que antes eran meras comparsas en unas decisiones aprobadas por una sola ideología.

El primer obstáculo serán los Presupuestos Generales del Estado, que por lo que se comenta no van a ser apoyados por la mayoría de la Cámara, lo que puede dar lugar a unas nuevas elecciones, y es que la dichosa política en nuestro país solo entiende de resultados electorales partidistas, y no de discutir los problemas de los ciudadanos buscando acuerdos y soluciones, una tarea fácil para quienes deciden dedicarse a la política para defender los derechos de los ciudadanos, que para eso les han votado y cuya arma debe ser el diálogo entre partidos.

Fernando Guerrero BarrioMálaga