Confieso que me llamó la atención esta palabra -kakistocracy, kakistocracia- la primera vez que me tropecé con ella. No hace mucho tiempo. Como a cleptocracia (el gobierno de los ladrones) le auguro un buen futuro. El lenguaje humano aborrece el vacío. Es de agradecer. Parece que la primera referencia a kakistocracia viene de un texto en inglés de 1829. Como suele ocurrir, sus raíces son griegas. «Kakistos» (lo peor, lo pésimo, superlativo de «kakos», lo malo) y «cracia» (poder o gobierno). Es decir, el gobierno ejercido por los peores.

El 11 de noviembre leí una entrevista en el Washington Post que me interesó. El entrevistado, el profesor Allan Jay Lichtman, de la American University de Washington D.C., había asegurado en septiembre que las elecciones presidenciales serían ganadas por el candidato republicano Donald Trump. Entonces la abrumadora opinión de los más cualificados se inclinaba por Hillary Clinton. Por otra parte, el profesor Allan Lichtman y su método jamás habían fallado en sus predicciones anteriores. Y esta vez tampoco. Por cierto, también comentaba el Washington Post que según una nueva predicción del profesor Lichtman, probablemente Donald Trump se enfrentaría en un futuro nada lejano a las amenazas de una petición de impeachment (proceso de incapacitación presidencial) de las dos cámaras norteamericanas. Como el de Richard Nixon en 1974. Que

esquivó finalmente el entonces primer mandatario con su dimisión como presidente de los Estados Unidos.

Siempre según Allan Lichtman, esta posibilidad sería bien recibida por los republicanos, cada vez más preocupados por las posibles consecuencias del matrimonio de conveniencia de su partido con el magnate norteamericano. Por supuesto, la Presidencia de los Estados Unidos pasaría a Mike Pence, el vicepresidente electo. Pence sería muy pronto infinitamente más interesante y por supuesto más atractivo para muchos miembros del Partido Republicano. Apunta el profesor Lichtman que la petición de impeachment a Trump probablemente estaría motivada por actuaciones del presidente relacionadas con la seguridad nacional o con posibles actuaciones presidenciales beneficiosas para los negocios privados del magnate Trump. Coincide con esa opinión uno de los columnistas estrellas del New York Times: David Brooks. Según éste, Donald Trump probablemente dimitirá o será separado de la presidencia por un proceso de impeachment, quizás durante el año que viene.

Ya lo dijo en «Past and Present», en 1834, Thomas Carlyle: «Al final cada gobierno es el reflejo de los gobernados, con su sabiduría y sus disparates». Y eso podría ser parte del problema del actual inquilino de la Trump Tower, en el 725 de la Quinta Avenida de Nueva York. Mucho me temo que la palabra kakistocracia se cruzará con creciente frecuencia en nuestro camino.