Cuatro gatos

Es de un ingenuo optimismo considerar que los malos y los locos son «cuatro gatos». Por el contrario, sus huestes están muy copiosamente nutridas. Y todavía afirmo más. En la mayor parte de las ocasiones, son los justos los que constituyen una exigua fuerza de cuatro gatos. Es más, en ocasiones, como en Sodoma y Gomorra, ¡Ni siquiera hay un gato justo! Para ser un héroe en este emporcado mundo, no hay que ser muy fuerte ni muy temerario: basta, casi, casi, con ser honrado; no con parecerlo, como la mujer del César

Antonio Romero OrtegaMálaga

Hay que evitar que Trump tome posesión

Ya sé que es una exageración y que parece imposible, pero más exagerada es la realidad, ya que Trump puede destruir toda la civilización con su uso alocado del botón nuclear o con su negacionismo climático, en un momento en que los científicos avisan de que los próximos cuatro años son críticos para evitar una catástrofe mundial.

Los comentaristas ven a Trump dañino, algunos hasta muy dañino, pero luego se dedican a desinflar la alarma. Intentan consolarnos diciendo que no conseguirá aplicar sus promesas. Que lo pararán las instituciones estadounidenses. Ninguno se atreve a reclamar que se le quite de ser presidente de EEUU, como se quitó a Nixon.

Con pensamientos así de débiles lo más probable es que nos precipitemos en el abismo de Trump. No podemos olvidar lo mucho que está en juego. Por eso el mundo tenemos el derecho y la necesidad desesperada de defendernos con todos los medios posibles frente a esta tan peligrosa situación que ha creado Trump.

Tenaces como las olas del mar, entre todos, la ONU, el G8, los tribunales mundiales, los juristas, el mismo sistema legal estadounidense -creador de este monstruo-, Avaaz, la movilización mundial e incansable, etc... Debemos actuar a fondo hasta poder quitar a Trump. Necesitamos hacer que sea posible descabalgar a Trump.

Pablo Osés AzconaMálaga