Lo normal sería que, sea la hora que sea en la que estén leyendo esto, ya esté lloviendo. Tales eran ayer los negros augurios climatológicos para los dos primeros días del macropuente que se avecina y que no se diferencian mucho de los de los últimos días en la provincia, que ha vivido chaparrones, aguaceros, chirimiris y todo tipo de inclemencias mezcladas con días de solazo, marejadilla y alertas que al final quedaban en nada. Y siendo como es Málaga en general y la capital en particular, las pocas horas de sol de las que hemos gozado ha habido que aprovecharlas como buenamente se ha podido. La primera lavadora la puse el martes. No crean que soy tan maruja, antes salí a correr aprovechando que no llovía, pero para poder meter más ropa en la lavadora. Y los 51 minutos de programa, que parecen poco, dan para mucho. Entre otras cosas para enterarse de que quieren mover la estatua del Marqués de Larios por, qué otra cosa si no en Málaga, las obras del metro en la Alameda Principal y su consiguiente peatonalización parcial. El centrifugado dio para asombrarse con el debate encendido entre partidarios y detractores de su tralado. Asombroso sobre todo porque lo realmente debatible del asunto es que la estatua está, perdón señor marqués, comía de mierda desde hace bastante tiempo. La segunda lavadora fue al día siguiente, el miércoles, y la escasa hora de espera y de sofá se esperaba con algo más que debate urbanístico local: había sesión de control al gobierno y, poco convencido, a ello que me dediqué, para ver si la nueva política le daba en la boca a Rajoy y se por fin se oían en el hemiciclo las necesidades de un pueblo que... vota mayoritariamente al Partido Popular. Condones, televisión y Pablo Iglesias. Les parecerá un resumen algo parco, pero es para lo que dieron los cincuenta minutos de espera informativa. «Es que hacen bueno a Rajoy», pensaba mientras tendía al viento de la mañana los calcetines y miraba, a lo lejos, las negras nubes enmarcando el aeropuerto y amenazando con un estropicio. Y así, entre ciclos de lavados, ha pasado una semana a la que le seguirá otra, igual o peor, y en esta ocasión no hablo de lo climatológico. Disfruten del puente, si pueden o les dejan.