Rajoy y Merkel

Están quedando solitos en Europa, ambos, el primero, con corrupciones hasta las cejas y en minoría, la segunda, con elecciones el próximo año que verá dificultadas por discrepancias en su propio partido en lo relativo a los cuantiosos refugiados que diariamente van entrando a Europa, y los «bloquea» en Turquía a cambio de 6.000 millones de euros, con «promesas» de una pronta y plena incorporación a los 27 de la UE, pese a la imagen internacional que su dirigente Erdogan está dando internacionalmente por sus constantes purgas, después del fallido golpe de estado en su contra, del que la opinión pública y sus ahora masacrados opositores, le atribuyen como suyo propio.

Bruselas ha de «tolerar» sus «brabuconadas» porque se sabe muy importante en el continente amenazando con su «exclusiva» en el tema de la andanada constante huida de sus países en guerra y de otros con endémica pobreza.

Pero todo ello está dando al traste con actitudes exclusivamente de carácter político y partidista, por cuanto el inmenso y peligroso problema se está cronificando hasta el punto de ser muy perniciosa la situación del refugiado, al haber ya serios indicios de rebelión «desesperada» que protesta muy abiertamente ante esa actitud de parálisis de los «poderosos», que están ralentizando soluciones a la espera de que el mismo problema se pudra por sí solo, y no quede nada de su putrefacción.

Y yo me pregunto: «¿No se estará cultivando en un sustrato de miseria la simiente del terrorismo que queremos erradicar totalmente?» -Cabe razonarlo-.

Las actitudes pasivas de Europa, empezando por Merkel-Rajoy, y las ausencias mandatarias ya preconcebidas, nos dan a entender que mi premonición no es tan aventurada.

Luis Vinuesa SerrateMálaga