Francisco de la Torre no repetirá como candidato de Paco de la Torre en 2019. Su mujer, Rosa Francia, en una entrevista en la Cope, deslizó queriendo que su marido, que andaba vetado entre los cuadros de La Aduana, le había comentado en la intimidad del hogar familiar que entre sus proyectos no tenía contemplado repetir como candidato del PP, perdón, como candidato de Paco de la Torre, a la alcaldía de Málaga en 2019. Es verdad que no es la primera vez que se manifiesta en este sentido, pero el alcalde siempre añadía una coletilla, un matiz, un apunte tipo "si las fuerzas me acompañan, ya veré", mensaje calculado y dirigido para poner un poco más de los nervios a la dirección de su partido que ya no sabían cómo afrontar la sucesión de Francisco de la Torre. El último intento no tuvo mucho éxito. Trataron de jubilarle antes de tiempo enviándolo como cabeza de lista del partido al Congreso tras la espantada de José María García Urbano en las pasadas elecciones generales, pero De la Torre aguantó el envite que no pudieron otros alcaldes o presidentes del PP de otras provincias andaluzas, que sí fueron relevados de sus cargos y enviados en el AVE con destino a Madrid (resulta curioso que la mayoría de ellos son ahora de secretarios de Estado para arriba).

Pero esta vez va en serio. Francisco de la Torre ha decidido que es hora de jubilar a Paco de la Torre. Perdón, Rosa Francia es la que ha decidido jubilar a su marido, lo que confirma la fuerza de una mujer frente a las maniobras estériles de la dirección del partido.

Hay que decir que a De la Torre le costó ratificar de forma clara las palabras de su mujer durante una entrevista el lunes en el programa La Tapadera de la Cope, pero tras una media sonrisa, y conocedor de que con esa pregunta se abriría el programa, reconoció que su posición personal pasa por no volver a concurrir como candidato del PP a las elecciones municipales del año 2019. "Uno coherentemente, con lo que ha hecho por la ciudad, piensa que tiene que sacar más tiempo para la vida personal", dijo el regidor que lleva 16 años gobernando la ciudad de Málaga en primera persona.

Quizás esa media sonrisa que esbozaba mientras contestaba escondía una cierta victoria personal, pues era su mujer y no la dirección de su partido, la que había decidido una marcha que él en su fuero interno no comparte, pues soy de los que piensa que cuando nació le dijeron a su madre que había tenido un alcalde de Málaga.

Conocida su marcha, ahora el problema será ver cómo se gestiona el relevo. Por lo pronto, De la Torre no parece muy dispuesto a facilitar la transición y confirmó que su compromiso es permanecer los cuatro años del mandato municipal. No cabe por tanto, por ahora, por que en política una semana es un mundo, que piense renunciar al cargo para que el próximo candidato, en este caso todo apunta al presidente del PP, Elías Bendodo, esté unos meses en primera fila con la vara de mando para potenciar su candidatura de cara a las elecciones municipales de 2019. No. De la Torre seguirá como alcalde los dos años que le quedan en el contrato que firmó en 2015 y el próximo tendrá que buscarse la vida a no ser que intervenga Rosa Francia otra vez para poner algo de cordura y lime las diferencias entre lo que desea su marido y lo que espera el partido. Veremos. Trabajo tienen.

Aunque visto el panorama de la oposición municipal parece que el futuro candidato del PP no lo tendrá muy difícil para renovar la alcaldía. El grupo municipal del PSOE en Málaga es ahora mismo un vivo reflejo de la interinidad del partido a nivel nacional y si se mira para los lados no se ve a nadie o nadie quiere que se le vea aún con opciones reales de disputar el trono al heredero de Paco de la Torre.

Algún día habrá que preguntarle a Rosa Francia cómo ha conseguido que su marido deje el matiz, las coletillas y hable de disfrutar en un futuro no muy lejano de su vida familiar. Me queda la duda si sabrá hacerlo después de repasar cada día su agobiante agenda de actos públicos. Que Dios pille a su familia confesados.