'Todos contra la Carta Magna', por Cristina Castro

Son varios desafíos nacionalistas abiertos en todo el país y una disputa por la reforma constitucional presente en la capital. Parece que la Constitución es algo que en mayor o menor medida todos los españoles quieren cambiar o modificar. Y es que, aunque la Constitución del 78 se hizo pensando en el bien de la mayoría de los españoles, hoy en día, muchos de los ciudadanos de nuestro país se han visto afectados por el incumplimiento de sus artículos, como los que garantizan la vivienda y el empleo digno, la redistribución justa de la renta, la memoria histórica, la Seguridad Social, o la atención a la tercera edad o a los disminuidos físicos. Y es que de nada nos sirve tener una Constitución cuando el Gobierno incumple sistemáticamente los grandes artículos mientras que defiende hasta el fanatismo los pequeños. Un país en el que sus gobernantes pueden incumplir promesas electorales, e ignorar la Constitución y recibir premios fascistas por ello, no se debería considerar ni demócrata ni constitucional.