Francisco de la Torre ha cumplido 74 años estos días y sus compañeros de partido en Málaga quieren regalarle una jubilación. Ahí andan dándole vueltas a cómo Elías Bendodo puede acceder pronto, en un año o así, a la alcaldía, dado que esa es la plataforma ideal para presentarse a las municipales de 2019. Salvo extremo caso de tuercebotismo o fiera crisis, las municipales las gana el que esté en la alcaldía. Aquí y en Tomelloso. Entretanto, Fran Hervías, secretario de organización de Ciudadanos, ha dicho en este periódico que ve a Juan Cassá como próximo alcalde. Claro... él qué va a decir. Pero no es descartable. Nada lo es en política, sobre todo porque en un contexto de multipartidos y multipactos no tiene por qué ser regidor el más votado. En fin, cualquiera sabe.

Cualquiera sabe por ejemplo quién va a ser el candidato del PSOE. No descarten nada. Bueno, si es que alguna vez habían pensado en ello. Cassá ha progresado mucho desde aquellos tiempos en los que se le invitaba a un café en la plaza del Carbón y tenía que preguntar dónde estaba. La plaza, no él. Ahora hace un trabajo fructífero con mociones que son incluso imaginativas y arranca interesantes concesiones al PP. De la Torre por su parte piensa, dicen quienes le conocen, en una guinda a su mandato. Ahí están las luces, que son un éxito...

No pocos de sus altos cargos ya están acojonados por su futuro, dado que el bendodismo examina estos días muy mucho las lealtades y hasta quiénes se hacen fotitos con el regidor y no tanto con el presidente de la Diputación. Bendodo tiene su propio equipo y si hubiera transición De la Torre-Bendodo no iba a ser ésta precisamente un simple cambio de alcalde. La paradoja del aspirante a sustituir a De la Torre es interesante: dirige un ente que debe ayudar a municipios de menos de 20.000 habitantes (25.000 decían los socialistas cuando lo más interesante que gobernaban era Cártama) pero ha de dejarse ver y hacer cosas en la capital. Tiempo tiene, ganas, empuje y ambición también. Hablar francés no sabe, eso sí. Como bien se encargaba de recordar el otro día De la Torre a algún periodista en el copetín del Ayuntamiento con la prensa. La conversación iba sobre turismo. Qué jugosas las maldades de salón. A estas alturas ya se las puede permitir casi todas.