Seguramente si a algún malaguista le preguntaron la semana pasada que qué era más probable, que le tocase el Gordo de la Lotería de Navidad el jueves o que su equipo estuviese sin entrenador ese mismo día, a parte de pillarle bastante descolocado la pregunta, habría dicho que al menos la pedrea le tocaba. Sorpresón mayúsculo este jueves por la tarde con el tuit del jeque y su contenido. Juande Ramos se larga. Así, sin más. Se habla de ofertas millonarias procedentes del lejano oriente, del malestar general en el Málaga CF y en el malaguismo por los últimos dos partidos -la derrota, sonrojante en la forma aunque no inesperada, desde luego- ante el Sevilla FC y la también sonrojante pero esta vez sí inesperada derrota con el Córdoba CF en la Copa del Rey, sustentadas en un inexplicable cambio en la portería blanquiazul y en las dificultades en la zona defensiva del equipo. He bicheado el artículo que Emilio Fernández, jefe de Deportes de esta casa, dedica también hoy a la marcha de Juande Ramos y no puedo sino coincidir en la crítica hacia la forma en la que el club está gestionando esta sorprendente pesadilla antes de Navidad: desde Catar, por Twitter y sin que la mano izquierda sepa lo que hace la mano derecha. Pero también hay que ser honestos, y de la misma forma que la salida del técnico manchego parece casi una rabieta en plan «es mi Scattergories y me lo llevo» por, al parecer, discrepancias dentro del vestuario y del club, es lícito preguntarse si una eliminación copera y una mala imagen en un derbi ante el Sevilla son motivos suficientes para que reine el pesimismo entre los aficionados y se oigan en La Rosaleda los primeros gritos contra determinados jugadores -todos en la defensa y la portería- y contra el técnico. ¿Esperaba la afición estar a estas alturas de temporada en una mejor situación de la actual? ¿No sigue demasiado vivo en la mente del malaguista esos años mágicos del inicio de la «era Al-Thani» y la Liga de Campeones? ¿No se pide tal vez demasiado a un equipo que debe volver a buscar su sitio en la Primera División? Convendría que Juande Ramos explicase, algún día, los motivos de su marcha, pero también habría que dar respuesta a las preguntas anteriores, para poder saber con claridad por qué objetivos puede luchar el Málaga CF... y por cuáles no.