Bendodo ha anunciado para el primer trimestre de este recién estrenado 2017 una convención del partido. Bendodo aseguró ayer que «en los próximos meses, articularemos estrategias para reforzar al partido en la capital». Por otro lado asegura que el candidato que debe sustituir a Francisco de la Torre se sabrá en la primavera de 2018. Puede que el alcalde se decida en esa fecha, y no un año después, en las elecciones de 2019. El candidato que ponga el PP será clave para saber quién obtendrá la vara de mando de La Casona. Bendodo no tiene el tirón de De la Torre, y lo sabe, pero por contra maneja toda la maquinaria del partido con todo lo que ello significa en cuanto a recursos y ayuda a la hora de embarcarse en una campaña electoral. Solo tiene dos alternativas para poder ser alcalde: una es empezar a dedicarse desde ahora hasta el 2019 a intentar conquistar el territorio del Delatorrismo, para lo que va a necesitar rodearse de un perfil de gente muy diferente del que hasta ahora ha tenido. En esta primera alternativa va a tener, a buen seguro, ayuda de los afines a De la Torre que altruistamente quieran ayudarle, o bien resignarse y contar con que la aritmética le dé la alcaldía gracias a algún pacto postelectoral. Una tercera opción, menos probable, pero no descartable es que Bendodo sea ungido y promovido a algún puesto más allá de la ciudad de Málaga, lo que dejaría la candidatura del PP a la alcaldía en manos de algún tapado. Estos candidatos alternativos estarán hasta el último momento en el más absoluto anonimato, porque ya sabemos que la historia de los delfines en la ciudad de Málaga viene acompañada de una guillotina que ríete tú de las francesas del XVIII. Esto es todo lo que debemos esperar en cuanto al PP local este año. Quién, cómo y cuándo recibirá la bendodición, aunque lo más probable es que sea una autobendodición.