Es como el viejo asunto de si somos o no cristianos. Por supuesto que sí, agnósticos y ateos incluidos. En España sólo se libran, si son algo fundamentalistas, los adictos a otra religión, pues veinte siglos de cristianismo, casi quince en plan reinante y triunfante, lo han impregnado todo. Hasta si uno dice «adiós» a la religión echa mano del fundador, y/o su papá. Pues con el otro asunto igual, ¿somos machista-patriarcales?. Por supuesto que sí: Sabina, Police, Loquillo y los Rollings, pero también la Pantoja, Madonna, Sakira y Las Grecas. Probemos con óperas de máxima audiencia hoy. ¿Es patriarcal Don Iovanni?; ya me dirán. ¿Y Tristan e Isolda?; bastante. ¿Y La Traviata?; más todavía. Una vez que nos hemos cargado a Mozart, Wagner y Verdi vayamos a Puccini. Parecía que le salvaría de la quema Turandot (salvo el final rosa), pero Madame Buterfly lo hunde en la más apestosa miseria.