Hoy en día es muy fácil usar la red de internet para cualquier cosa, como por ejemplo estudiar un curso de Modelo de Pensamiento en la Universidad de Michigan, que no todo son cosas de youtubers y asociadas al mal. Pero a la vez que es fácil acceder a la educación a seis mil kilómetros de distancia hay gente que sigue pensando que el pueblo en el que vive es único, extraordinario y que merece ser mejor tratado que cualquier otro pueblo del mundo. Contradictorio ¿no?

Hoy celebramos el día de Andalucía, pero ¿qué sentido tiene celebrar un día de una comunidad autónoma? o mejor dicho, el día en el que celebramos nuestro sentimiento de pertenencia a una región. ¿Tendría sentido celebrar el día de los zurdos? porque nacer en un sitio o en otro es una cuestión de azar, que no nos merecemos ni ganamos, nos viene dado por el lugar de nacimiento.

Dicho esto, que no parece muy meritorio sentirse andaluz, o aragonés, o catalán, pretender que el resto de los ciudadanos que viven contigo en un territorio, o los que viven en territorios adyacentes, hagan algo por eso que sientes por haber nacido en uno u otro lugar, sí que parece que tiene menos sentido.

La nacionalidad es como la opinión, todo el mundo tiene una, pero eso no te da derecho a pensar que es mejor que la del de enfrente. Lo importante es cómo se ejerce esa nacionalidad o cómo se forja uno una opinión. Tener una opinión formada, con educación, lectura y reflexión tiene más valía que la opinión en sí. De igual forma, el cómo ejerce cada uno la nacionalidad que siente, es más importante que el color de tu bandera o el escudo de tu pecho.

Sentirse mejor por ser andaluz y porque te guste el sol y la gracia de aquí es como pensar que uno está por encima de los demás por ser rubio. Sin embargo querer mejorar el bienestar de las personas de dónde uno viene, o las que se encuentra por el camino, es una buena manera de ser andaluz.

Feliz día de los andaluces.