Málaga puede pasar a la historia por ser la ciudad en la que el metro se hizo por cojones. Hay urbes en las que el suburbano se acometió por necesidad. En otras por capricho. No faltan las que lo poseen por ser la capital de un país. Hay metros con obras de arte dentro, como el de Moscú. Hay metros canallas, como el de Nueva York en ciertas zonas. Metro hay en Bilbao, que llega de lejos a los pueblos de la costa. Incluso metros de cascarilla circulan por esos bajos de Dios trayendo y llevando a la gente y a sus afanes.

En Málaga, el Ayuntamiento no quiere que el trazado desde lo que será la estación Guadalmedina hasta el Hospital Civil sea en forma de metro ligero en superficie. Prefiere (prefiere imponer) una plataforma reservada para autobuses. La Junta alega que el alcalde firmó en 2013 el trazado y que no puede desdecirse. Y así estamos.

Ahora la Junta declara el proyecto de interés metropolitano, una figura legal que lo blinda. El Consistorio estudia como torpedear eso. El alcalde ya ha dicho que tiene experiencias litigando en tribunales. En su equipo hay gente partidaria del diálogo y otra de empezar a poner trabas, no dar permisos para desvíos de tráfico, etc. Algunas fuentes indican que se han producido discretos contactos entre representantes del Ejecutivo andaluz y el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, que aspira a la alcaldía. De cara a la galería ha de decir que está de acuerdo con el alcalde. Tal vez en sus adentros piense, es de sentido común, que ese enfrentamiento no conduce a nada y que hay que desbloquear el asunto.

La Junta quiere licitar en verano las obras. De la Torre se queja de que la Junta no hace nada por Málaga o se queja de que lo que hace no es de su gusto. La última ocurrencia es decir que aceptaría el trazado al Civil si no lo paga. A ver señores, que esto no es el bazar de Fez, que hay cositas firmadas. En fin, hay quien escribe «La Junta amenaza con licitar...» Nótese el surrealismo de la frase. Licitar es una amenaza. Como si sobrara la obra pública o el curro, la inversión. De fondo está el debate de si verdaderamente hacía falta un metro tan extenso o por esa zona. «La Junta perpetra otra agresión», esgrime alguno. Una a-gre-si-ón. Joder, pues el día que haya un bombardeo no sé qué adjetivo va a emplear. Seopan, que es una asociación de empresas constructoras, ha declarado de gran rentabilidad social y económica el trazado al Civil. Pero aquí se piensa en la rentabilidad electoral y política. Y ahí vamos. Prepárense, aunque no sea Semana Santa, para la procesión. Del santo reproche. 19 días y quinientas noches.