Algunos, o muchos, tenían la sensación de ser invencibles e intocables. Años en los que las líneas rojas con instituciones y empresarios se volvieron difusas y en muchos casos desaparecieron. Año de esplendor en los que cabalgó el PP arrasando en las urnas, sobre todo en tres comunidades en las que eran los dueños y señor de cuanto se movía: Madrid, Valencia y la región murciana. En estas tres se concentró durante años y años la corrupción sin que se atajaran las malas prácticas de políticos golfos y sinvergüenzas que estaban en la política para forrarse con el dinero público. Como resultado de todo ello tenemos un Partido Popular fracturado, con corto circuitos internos, abierto en canal y necesitado de una profunda regeneración que mande al paro a todos los que han estado inmersos en esta realidad.

Ni esto, ni que se haya puesto en duda, con claros indicios, el mangoneo del Gobierno en la fiscalía, con nombramientos ´ad hoc´ o que al secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto, exalcalde de Córdoba, le tilden de chivato con la entrevista en sede oficial del hermano de Ignacio González tiene importancia para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien, una vez más, dio muestras en el Congreso de su excelente y nunca bien ponderado fervor por mirar a otro lado, como si nada pasara teniendo como tiene a destacados dirigentes en Soto del Real, la cárcel Soto del PP. Del ministro Rafa (así le llaman los amigos) poco se podía esperar, acostumbrado como está a comerse cuantos marrones le lleguen, con unas tragaderas que, al parecer, no tienen límite. Rafael Catalá ni dimite ni lo cesarán atornillado como está en la manifiesta y gratificante labor de que la Fiscalía General y la Fiscalía Anticorrupción miren para según qué lado según sea el investigado.

Lo de la chivada, por más que el fiscal general De la Maza eche la culpa al mensajero, lleva visos, también, de que su presunto autor, el señor Nieto, mantenga caliente su poltrona en el Ministerio de Interior. Cuando yo era niño, y supongo que ahora también, ser chivato era lo peor de lo peor. Tampoco hay que preocuparse por su futuro, Rajoy su ministro, el sevillano Zoido, ya tienen dicho que nada de nada. Y en la cúpula de todo este guirigay político y judicial, dos señalados caraduras y mentirosos de nombre De la Maza (fiscal general) y Moix (fiscal anticorrupción), el tío cojonudo del que hablaba Ignacio González.

La verdad es que la corrupción se ha convertido en el permanente relato de estos últimos tiempos sin que ello sea penalizado el partido que la tiene anidado en sus genes. En la intención de voto que señalan algunas encuestas el PP sigue muy por delante del segundo, el PSOE que pese a la crisis general de los socialistas, con el partido inmerso en tormentas personales, resiste los desaforados ataques de Podemos, con un Iglesias cada vez más desatado en querer llegar al sorpasso, su verdadero objetivo cuando presenta una moción de censura a Mariano Rajoy.

Y si en Madrid caen chuzos de punta, de los que algún día habrá que resguardarse, en Cataluña la traca de la corrupción no le va a la zaga. La madre superiora de la Congregación de la Corrupción, de nombre Marta Ferrusola en su vida civil, tiene las agallas de entrar en terreno eclesial pidiendo a su Mosen particular, que le manden dos misales a su párroco preferido. Esta congregación de los Pujol no es que haya hecho historia con el pozo más inmundo de la corrupción, el latrocinio del erario público y la institucionalización del «tres per cent» que denunciara años ha el recordado Joan Maragall. Entre la ´chivada´ de José Antonio Nieto (ya tarda en dimitir) y esta madre superiora de las entretelas de los independistas catalanes estamos como para un roto.

P.D. (1) Mariano Rajoy en estado puro, en pura plasma y con la canción bien aprendida porque la ha dictado él. La corrupción es cosa de unos cuantos y ya no están en el PP. Lo dicho, Rajoy, cada vez con más cara de pasmado, en plasma.

(2) Ayer, en la Cámara andaluza, durísima intervención de Mario Jiménez, portavoz socialista, retando al líder del PP andaluz Moreno Bonilla a que se subleve contra su jefe Rajoy y consiga que Andalucía no sea la malquerida de los presupuestos peperos. Es como pedir peras al olmo.