El 11 de junio hay una manifestación en Málaga a favor de una sanidad digna. Todos a la calle. Los sindicatos han descubierto la mentira del SAS, que el siete de marzo prometió que se contrataría personal y no se cerrarían camas, quirófanos y servicios durante el verano. Otra trola. La enésima. Como lo del macrohospital. Al camelo le pusieron hasta nombre: Plan Costa. Si conservan mucho tiempo su empleo, lo cual será muy malo para nosotros, podrían emplearse como esloganistas o publicitarios. Llegaron a decir que habría dos mil contrataciones. Dos mil mojones. Si acaso, reconocen, se contratará personal que equivalga al cuarenta por ciento de las ausencias. En el Hospital de Benalmádena o en el Costa del Sol (Marbella) no han oído hablar de tal plan.

En el Civil se cerrarán en verano todas las unidades de salud mental. Los quirófanos durante junio, julio y agosto funcionarán al cincuenta por ciento. Caramba, tú, a ver si el plan iba a ser joder la sanidad y hacer crecer las listas de espera para que ya no sean las más largas de Andalucía y sí de toda España y Portugal. El calendario de movilizaciones comenzará el 25 de mayo. Ese día, concentración ante el Carlos Haya. La siguiente tendrá lugar a las puertas del Clínico una semana después, el 1 de junio y el día 8 será delante de la sede de la Delegación de Salud, en la calle Córdoba. El acto central tendrá lugar el 11 de junio en el Centro y los sindicatos invitarán a todas las mareas sanitarias, plataformas, colegios profesionales y asociaciones para que se adhieran a la convocatoria. Ante este panorama no descarten un contraataque en forma de nuevo anuncio que, crean apacigüe la cosa. Igual prometen un hospital de doscientos quinquillones de habitaciones en el dique de levante o contrataciones a mansalva, ahora si eso. La política sanitaria de la Junta consiste en ir tirando. Inercia. Apaciguamiento. Que no se desmande mucho la cosa. Y menos ahora en vísperas de las primarias del PSOE. No puede ser. No debe ser. Volverá el verano, y las oscuras golondrinas, y volverán a tener a las enfermeras y enfermeros como putas por rastrojo; pasillos vacíos con habitaciones fantasmas, habitaciones cerradas, médicos estresados. Ya lo hemos dicho aquí otras veces. Es impresentable que una comunidad regida por socialistas, que presumen, y con razón, de que la sanidad y la educación pública y de calidad, es enseña y marca de la casa tengan la sanidad así. Hay dinero. Lo malo es que veces se gasta en gilipolleces y no en sanidad. Es así y es una pena.