NOMOFOBIA

Es el término que los expertos han denominado al miedo a estar sin teléfono móvil.

Hace unos años, una encuesta arrojó un porcentaje del 53% de personas adictas al móvil, lo cual por término medio, cada usuario lo consulta unas 34 veces al día, y es especialmente preocupante entre los más jóvenes y supone aproximadamente que el 8% de los universitarios españoles sufre nomofobia.

Los adolescentes se aburren cada vez más con las actividades habituales de ocio y se refugian en la tecnología, los adictos al móvil suelen presentar algunas características en común, como la baja autoestima, problemas con la aceptación de su propio cuerpo y déficit en habilidades sociales...

Cada vez más, las tecnologías están teniendo un papel muy influyente en nuestras vidas. El servicio que nos prestan, así como las facilidades y comodidades que nos aportan, todo esto hace que se nos haga más difícil prescindir de ellas. Se conoce como nomofobia el miedo irracional a salir de casa sin el móvil o no llevarlo con nosotros.

Tenemos que reconocer que la tecnología nos ha dado muchas ventajas en general, pero como todas las cosas en exceso no son buenas.

Entre los efectos negativos de esta adicción está la pérdida de concentración en los estudios, en el propio trabajo, incluso cuando se está conduciendo un vehículo y no digamos cuando somos peatones y solo prestamos atención al móvil. Sin dejar de mencionar algo tan importante como la perdida de interés en las relaciones sociales presenciales.

Se recomienda a los padres que retrasen lo más posible el acceso de los hijos a tener un móvil, con el fin según los psicólogos de darles tiempo a que su cerebro madure lo suficiente y puedan adquirir más capacidad crítica. Los propios padres deberíamos prohibir los móviles durante las comidas y no utilizarlos mientras se está hablando con otras personas y, sobre todo, debemos establecer determinadas horas de silencio.

Conchi BasilioMálaga