A estas alturas del curso, si tienen hijos y han rellenado la matrícula para el curso que viene, habrán comprobado como la Junta de Andalucía les ha conminado a ser simplemente una persona guardadora.

En un nuevo capítulo del retorcimiento del lenguaje, en lugar de poner padre o madre o tutor, ahora los padres somos persona guardadora número uno y persona guardadora número dos. Supongo que la decisión está tomada para abarcar el máximo numero posible de situaciones. Así nadie se la podrá coger con papel de fumar.

No obstante la medida implica rebajar la responsabilidad que tenemos como padres. De hecho ´guardar´ es solo una de las misiones de los padres, está la guarda y custodia y está la patria potestad. Ésta última comprende velar por los hijos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral. No solo se trata de guardarlos.

Evolucionar en el lenguaje está bien, prefiero llamar jueza o arquitecta a una mujer con dichas profesiones. Me parece que algunas medidas demuestran realmente una evolución necesaria. Sin embargo no acierto a comprender algunas otras medidas como esta. Si el código civil tiene un nombre para unas cosas ¿por qué ha de cambiarse en un formulario de matriculación académica?

Espero que no sea para justificar las tareas de alguien que se dedica a todo esto. Pero si así fuera le puedo dar unas ideas: Cambiar las asociaciones de padres de alumnos por Asociaciones de Personas guardadoras de criaturas así las APA, AMPAS y demás serían ahora las APGC.

Unificar fiestas, el 1 de abril (entre el 19 de marzo y el primer domingo de mayo) celebramos el día de la persona guardadora. Y no olvidemos a los perros, son el mejor amigo de las personas guardadoras. Ellos tienen su función en casa. Por tanto eliminaría ´persona guardadora´ por ser vivo guardador. Ampliando a perros, peces, tortugas y gatos su función en la educación de nuestros hijos.