Si un tomate no sabe a tomate no es un tomate. La frase define a su dueño, Manuel Maeso, renombrado anteayer en el Restaurante Frutos, en Málaga, Presidente de Honor de la Asociación «Carta Malacitana». Exigente, irónico, crítico, provocador, sólido y anteanoche entrañable, Manolo Maeso nos miraba feliz a todos desde su obligada silla de ruedas, uno de los inconvenientes que le ha traído el cáncer. De entre quienes le rindieron honores, Manuel Sánchez Vicioso calificó a su amigo una y otra vez y con todos los latines posibles de Maestro.

Manolo y Belinda

Carta Malacitana pretende desde su fundación rescatar, respetar y hacer respetar la alquimia gastronómica con la que históricamente se ha cocinado en los fogones de Málaga y su provincia. Soy amigo de su presidente desde mucho antes de su fundación. Manolo Maeso y yo nos conocemos desde que él regentaba en los años de 1980 el Café de la Ópera en el lateral del Teatro Cervantes (donde hoy está el centro de cultura activa que lleva el nombre de alguien fundamental en aquellos años en que también se estrenaba la democracia en Málaga, el del llorado Pedro Aparicio, primer alcalde de la ciudad tras el periodo constituyente). Manolo y yo compartimos personas y recuerdos comunes, casi todas buenísimas y casi todos buenísimos. Me gustó ver a alguno de sus hijos y conocer en persona a Belinda, su estupenda compañera. También estuvo bien que en el homenaje me sentaran junto a Mariano (Mesón Mariano), Manolo (que regenta junto a su hermano Pepe el Mesón Restaurante Astorga), Juan (Restaurante El Cobertizo), Juan Antonio Astorga (expresidente y actual tesorero de Uprosama, Unión Profesional Sanitaria de Málaga) y su amable esposa).

Luis I, el fuerte

Antes de seguir por la senda emocional cabe recordar que la semana nos ha traído la chulería de Bárcenas en su comparecencia en el Congreso. Luis Iº el fuerte resulta cada vez más parecido a su sosias del cine (B, la película de David Llundain, con un estupendo Pedro Casablanc en el papel del extesorero popular). Sosias era un personaje en la comedia clásica Anfitrión, de Plauto. Era un criado por el que se hace pasar el dios Mercurio por ayudar a su jefe, Júpiter -también disfrazado del general Anfitrión-, a ligarse a la mujer del general, la bella Alcmena. De ahí ha devenido el término sosia a su significado actual de persona idéntica a otra. Y hoy Bárcenas se parece más a su personaje que al pequeño ser humano que sería de niño. Todos los niños son niños (algo parecido, pero en positivo, a lo que dice Manolo del tomate).

Yo soy tu padre

También podemos reseñar el feo al rey Juan Carlos de no invitarle a la recepción oficial que recordaba los cuarenta años de las primeras elecciones democráticas (¡al fin podemos decir que llevamos más años de democracia en España que años duró la dictadura franquista!). Qué cosas tan raras éstas de la Casa Real. Cosas de majestades que tampoco hacía falta airear entre padre e hijo, por otra parte. Me reí cuando Pablo Iglesias vino a decir que habría sido lógico que se invitase al Rey emérito ya que aún está vivo. Alegar la defunción para no invitar a alguien a un cóctel no parece contestable, es verdad. Empiezan a estrenarse los morados en eso de las boquitas y las bocazas políticas que tanto juego da a los humoristas.

El espíritu de la selva

También me sonreí cuando Pablo Echenique identificó la machadiana mención a las dos Españas que hizo el rey Felipe VI en su discurso con la España republicana y la franquista. El desajustillo de su intencionada alusión histórica está en que Machado escribió en 1912 y no en el 36 ese poema que tan bonito musicó Serrat («Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza, entre una España que muere y otra España que bosteza. Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón») Pero más me sonreí y de otra manera cuando llevé a mi niño a ver Hara, el espíritu de la selva al jardín botánico de La Concepción. Quienes han montado ese bonito espectáculo (que ojalá prorroguen, terminó anteanoche con un lleno total) han demostrado, asumiendo el riesgo con talento y esfuerzo, que aquí se pueden hacer bien las cosas. La incorporación de la elegante Laura Insausti haciendo de reina mona y los músicos de Dry Martina en directo durante toda la función, entre otras aportaciones, es buena prueba de ello. Como malagueño y como alguien de la profesión, me sentí orgulloso de dos amigos más, Eduardo Martín y J J Blanes, dos de los artífices del musical.

Orgullo

Es julio ya y día de celebración orgullosa de quienes no son necesariamente heterosexuales. Toca vivir sin tener que respirar el asfixiante ambiente de un armario cerrado, incluso desplegando un día al año plumas multicolores (algunos, otros no) para volar libres entre diferentes pero iguales en derechos y deberes. Acaba de ser aprobado en Alemania el matrimonio homosexual. Felicidades… Porque hoy es sábado.